Epic Games tomó una decisión que parecía imposible hace unos años: integrar videojuegos desarrollados en Unity dentro del ecosistema de Fortnite. La compañía detrás de Unreal Engine 5 anunció que los títulos creados con uno de sus mayores rivales podrán publicarse y venderse directamente en su plataforma, lo que marca un giro profundo en el modelo de distribución de videojuegos. La lógica detrás de esta alianza no responde a nostalgia tecnológica, sino a una necesidad creciente de abrir mercados y permitir que los desarrolladores opten por entornos más flexibles.
Fortnite, que ya ha evolucionado de videojuego a plataforma social, ahora se perfila como una tienda multiplataforma que podrá vender títulos compatibles con iOS, Android, PC y web, gracias a la infraestructura de Unity. Esto significa que pequeños estudios y desarrolladores independientes tendrán un espacio para gestionar pagos, catálogos y distribución sin depender exclusivamente de Apple o Google.
La colaboración también envía un mensaje claro: la industria necesita ecosistemas más abiertos para competir contra los modelos restrictivos de las tiendas móviles tradicionales. Aun así, persisten dudas sobre el alcance real de esta integración, la fecha exacta de lanzamiento y la capacidad de Fortnite para soportar un catálogo amplio sin comprometer su estabilidad o identidad.
De confirmarse todo lo prometido, Epic convertiría a Fortnite en un híbrido extraño: videojuego, escaparate digital y herramienta de desarrollo en un solo lugar.







