En un partido sin sus superestrellas Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo, el protagonismo se lo robó Tyrese Maxey. El guardia de los 76ers anotó 54 puntos, su máxima cifra en la NBA, y fue clave para el triunfo 123-114 sobre los Bucks en tiempo extra. Su línea estadística fue demoledora: 18 de 30 en tiros de campo, 6 triples, nueve asistencias, cinco rebotes y un impacto constante en ambos costados.
El duelo tuvo un cierre dramático. Milwaukee tomó ventaja en el último cuarto con un aporte clave de Bobby Portis, pero no logró sostenerla. Maxey forzó la prórroga desde la línea de libres y en el alargue Filadelfia tomó el control definitivo gracias a un triple de Justin Edwards, tiros libres oportunos y una mejor ejecución bajo presión.
Ryan Rollins fue el máximo anotador de Milwaukee con 32 puntos y 14 asistencias, pero falló el tiro para ganar en el tiempo regular. Los Bucks, que ya arrastran tres derrotas seguidas, volvieron a mostrar problemas estructurales: dependencia de tiros difíciles, poca solidez atrás y una defensa incapaz de frenar a la estrella rival cuando el partido se define.
Que Maxey consiga el sexto partido de 50+ puntos de la temporada en un escenario hostil y sin Embiid refuerza su candidatura a líder absoluto de la franquicia. Para Milwaukee, en cambio, el encuentro deja más dudas que respuestas sobre un proyecto que aún no encuentra estabilidad sin su figura principal en la duela.







