Un médico estadounidense recibió condena tras determinarse que suministró ketamina al actor Matthew Perry en los meses previos a su fallecimiento. De acuerdo con las autoridades, el especialista proporcionó la sustancia sin los controles adecuados y fuera de un contexto clínico justificado, lo que contribuyó al deterioro de la salud del intérprete de Friends.
La investigación reveló que el médico mantuvo sesiones privadas con Perry y le administró dosis que excedían los lineamientos establecidos para tratamientos terapéuticos. Los fiscales señalaron que el acusado actuó con negligencia y violó normas básicas de práctica médica, poniendo en riesgo la vida del actor.
Durante el juicio, la defensa argumentó que el médico buscaba aliviar la ansiedad y el dolor crónico del artista. Sin embargo, el tribunal concluyó que la administración de ketamina se realizó sin supervisión adecuada y sin valorar los antecedentes médicos del paciente, lo que configuró una conducta irresponsable.
La sentencia ha reavivado el debate sobre el uso de ketamina en tratamientos de salud mental y el riesgo que implica su manejo fuera de centros certificados. Familiares y seguidores de Perry expresaron que esperan que el fallo contribuya a reforzar regulaciones y prevenir nuevos casos de mala práctica médica.



