La comisión designada por el Vaticano para estudiar el papel de las mujeres en los primeros siglos del cristianismo votó a favor de permitir que las mujeres puedan ejercer como diaconos. Este resultado representa uno de los avances más relevantes en décadas dentro de la discusión sobre su presencia en el ministerio eclesial y abre la puerta a posibles reformas impulsadas directamente por el Papa.
De acuerdo con fuentes cercanas al proceso, la votación refleja un consenso mayoritario en torno a la interpretación histórica de las primeras comunidades cristianas, donde se reconoce la existencia de figuras femeninas con funciones similares a las diaconales. Aunque el informe aún no se convierte en una decisión definitiva, constituye un respaldo teológico y documental que el pontífice podría usar para avanzar hacia cambios formales.
El tema ha sido motivo de intenso debate dentro de la Iglesia, especialmente entre sectores que buscan ampliar la participación de las mujeres en roles de liderazgo pastoral y aquellos que temen que el cambio altere estructuras tradicionales. La comisión subrayó que su análisis se centró en evidencias históricas y no en presiones contemporáneas, destacando que la recuperación de estas fuentes puede fortalecer la coherencia doctrinal.
Si el Papa decide proceder con la recomendación, la institución daría un paso relevante hacia una mayor inclusión femenina en funciones litúrgicas y comunitarias. Aunque el camino hacia una implementación oficial podría tomar tiempo, la votación representa un punto de inflexión en la reflexión interna del Vaticano sobre el papel de la mujer en la vida religiosa.



