España, Países Bajos e Irlanda confirmaron que no participarán en Eurovisión 2026 como protesta por la presencia de Israel en el certamen. Los tres países sostienen que la situación humanitaria en Gaza y las acciones del gobierno israelí hacen incompatible su asistencia a un evento cultural de alcance internacional. La decisión fue comunicada de manera coordinada, marcando uno de los mayores actos de presión política sobre el festival en su historia reciente.
En el caso español, Radiotelevisión Española explicó que su ausencia responde a un compromiso con los derechos humanos y la necesidad de enviar un mensaje claro a la comunidad global. Países Bajos e Irlanda expresaron posturas similares, subrayando que la música no puede desligarse del contexto político cuando existen violaciones graves documentadas por organismos internacionales.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), responsable del concurso, lamentó la decisión y defendió la participación de Israel bajo el argumento de que Eurovisión es un espacio apolítico. No obstante, la presión se intensifica, pues organizaciones civiles han pedido a otros países sumarse al boicot y revaluar el rol del certamen en medio de crisis humanitarias.
El anuncio ha provocado reacciones divididas entre los seguidores del festival. Mientras algunos celebran la postura ética, otros critican que se politice un evento artístico. A pesar del debate, los tres gobiernos afirmaron que no reconsiderarán su decisión mientras no haya avances significativos en la situación regional.



