El Tribunal Supremo Electoral de Honduras reactivó este lunes el escrutinio de las votaciones presidenciales, un proceso que continúa avanzando con lentitud y bajo fuerte vigilancia pública. Las elecciones, marcadas por denuncias de irregularidades y acusaciones cruzadas entre los candidatos, mantienen al país en un clima de incertidumbre mientras aún no se emiten resultados concluyentes.
Las autoridades reconocieron que la revisión de actas enfrenta retrasos debido a inconsistencias detectadas en varios centros de votación, lo que obliga a verificaciones adicionales. Este proceso ha sido observado por misiones internacionales, que han insistido en la necesidad de garantizar transparencia absoluta dada la elevada tensión política que rodea a los comicios.
Mientras tanto, los dos principales aspirantes se han declarado confiados en la victoria, lo que aumenta la polarización. Sus simpatizantes han presionado en las calles para exigir claridad y un pronunciamiento oficial, pero el tribunal ha reiterado que no acelerará el conteo para evitar errores que comprometan la legitimidad del proceso.
La reanudación del escrutinio representa un avance, aunque el país sigue a la espera de una resolución definitiva. Con la presión social en aumento y la comunidad internacional observando de cerca, Honduras atraviesa uno de los momentos electorales más delicados de los últimos años.



