Durante declaraciones recientes, el expresidente estadounidense Donald Trump aseguró que el mandatario venezolano Nicolás Maduro “tiene los días contados”, afirmando que el régimen atraviesa una etapa crítica que, según él, podría desembocar en un cambio inminente de liderazgo. Sus palabras se suman a una serie de comentarios que ha dirigido en los últimos meses sobre la situación en Venezuela.
Trump sostuvo que el país sudamericano enfrenta un deterioro profundo en materia económica y humanitaria, lo cual, a su juicio, evidencia el desgaste del gobierno de Maduro. Argumentó que la presión internacional y las crecientes tensiones internas no permiten prever una estabilidad duradera bajo la actual administración.
El exmandatario también señaló que su posición responde al interés de promover un “renacimiento democrático” en Venezuela, aunque no detalló qué acciones concretas podría impulsar. Sin embargo, insistió en que la comunidad internacional debe permanecer atenta al desarrollo político del país y apoyar una transición que, según él, es inevitable.
Las declaraciones han provocado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores opositores venezolanos interpretan sus palabras como un respaldo político, otros advierten que este tipo de mensajes podría aumentar la tensión entre Caracas y Washington. Entretanto, el gobierno de Maduro no ha emitido una respuesta directa, limitándose a reiterar que Estados Unidos busca intervenir en asuntos internos del país.



