Un tribunal dictó prisión domiciliaria contra el médico implicado en el suministro de ketamina al actor Matthew Perry, como parte del proceso judicial que analizó las circunstancias alrededor del uso del anestésico por parte del intérprete de Friends. La resolución considera probada la participación directa del profesional en la entrega del medicamento.
Durante el juicio se determinó que el médico facilitó la sustancia fuera de los protocolos médicos establecidos, sin una justificación clínica sólida y sin el seguimiento adecuado. Las autoridades señalaron que estas prácticas representan un riesgo grave para la salud de los pacientes, especialmente cuando se trata de fármacos de uso controlado.
La sentencia contempla que el acusado cumpla su condena bajo arresto domiciliario, además de enfrentar sanciones adicionales relacionadas con su ejercicio profesional. El caso ha generado debate sobre la responsabilidad ética y legal de los médicos en la prescripción de tratamientos alternativos.
El proceso judicial se enmarca en una investigación más amplia sobre el acceso irregular a medicamentos controlados en la industria del entretenimiento. Las autoridades reiteraron que continuarán vigilando el uso médico de sustancias como la ketamina para evitar abusos y negligencias.



