Claudia Sheinbaum, presidenta de México, rechazó rotundamente que en el país exista la desaparición forzada, a pesar de la reciente apertura de una investigación por parte del Comité contra la Desaparición Forzada (CED) de la ONU. En su conferencia matutina del 8 de abril, Sheinbaum afirmó que las desapariciones en México son atribuibles a la violencia generada por los grupos criminales y no a acciones del Estado. La mandataria destacó que el gobierno mexicano ha luchado históricamente contra este fenómeno y envió una nota diplomática para expresar su inconformidad con la decisión del CED.
México enfrenta una grave crisis de desapariciones, con más de 120,000 personas desaparecidas hasta principios de 2025. A pesar de este alarmante número, el gobierno insiste en que no se trata de desapariciones forzadas, término que la ONU asocia con la privación ilegal de la libertad por parte del Estado o con su complicidad. El CED abrió el procedimiento para analizar las desapariciones en México bajo la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas, aunque aclaró que no prejuzga al gobierno mexicano en este proceso.
La desaparición forzada se refiere a casos en los que personas son detenidas o secuestradas por agentes del Estado o por grupos con su consentimiento, y las autoridades niegan o encubren esta acción, impidiendo que las víctimas reciban protección legal. A pesar del rechazo de Sheinbaum, el CED ha señalado que la impunidad en México y la falta de investigaciones eficaces agravan la situación, lo que contribuye a una crisis forense en el país, donde más de 50,000 cuerpos sin identificar permanecen sin ser localizados ni documentados.