Durante su participación en la Cumbre de Líderes del G7 celebrada en Canadá, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, propuso convocar una cumbre entre los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el G7, así como otras naciones interesadas. El objetivo de esta iniciativa es generar una agenda conjunta enfocada en el desarrollo económico, el comercio justo y la construcción de una paz global duradera.
A través de un mensaje difundido en sus redes sociales, Sheinbaum llamó a las principales potencias económicas del mundo a dejar atrás el armamentismo y optar por la diplomacia activa como herramienta fundamental para la resolución de conflictos. Enfatizó que el bienestar de los pueblos y la justicia deben colocarse por encima de cualquier interés geopolítico. “La política fue creada para evitar la guerra, no para justificarla”, afirmó la mandataria mexicana.
Además de promover una visión pacifista y cooperativa, Sheinbaum reconoció el valor y la contribución de las personas migrantes, en particular los mexicanos que residen en Estados Unidos. Señaló que se trata de ciudadanos honestos y trabajadores que merecen respeto, no discriminación, y subrayó que el verdadero objetivo debe ser garantizar condiciones de vida dignas en sus países de origen, con empleo y bienestar.
Sheinbaum concluyó su mensaje instando al G7 a convertirse en un espacio de compromiso compartido frente a los desafíos comunes de la humanidad. Reafirmó que el poder de las naciones se mide no por su fuerza, sino por su capacidad de fomentar acuerdos que promuevan justicia y sostenibilidad, y visualizó una comunidad internacional más cooperativa como una meta alcanzable.