El Mundial de Clubes de la FIFA está presentando un panorama dispar en cuanto a la asistencia de público, con algunos estadios a rebosar y otros con asientos notoriamente vacíos. Si bien partidos de equipos de alto perfil como el Inter Miami de Messi o el Real Madrid han atraído a decenas de miles de aficionados, otros encuentros han registrado una afluencia significativamente menor, como el debut del Chelsea con solo un 30% de ocupación en el Mercedes Benz Stadium de Atlanta. Esta inconsistencia ha generado interrogantes, a pesar de que la FIFA asegura haber vendido cerca de 1.5 millones de entradas a nivel global y su presidente, Gianni Infantino, no muestra preocupación.
Un informe reciente del New York Times arroja luz sobre esta situación, revelando que la FIFA ha invertido más de 50 millones de dólares en intensas campañas de marketing para impulsar la venta de entradas. Además, se ha documentado que la organización llegó a ofrecer boletos a 20 dólares a estudiantes del Miami Dade College con el fin de asegurar una mayor asistencia en el partido inaugural, en un intento por acercarse al lleno total y mejorar la percepción del evento.
Diversos factores parecen influir en estos altibajos en la asistencia. Por un lado, está el obvio atractivo deportivo: los partidos con equipos de renombre mundial captan mayor interés que aquellos con clubes menos conocidos. Sin embargo, un elemento crucial que podría estar impactando las ventas, especialmente para el público internacional, son las restricciones migratorias impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Prohibiciones y limitaciones de visado para ciudadanos de casi veinte países, sumadas al temor a redadas migratorias en los estadios, podrían estar disuadiendo a muchos aficionados extranjeros de asistir.
A pesar de estos desafíos, la FIFA ha reiterado que el torneo se desarrolla con fluidez y que su objetivo principal es la experiencia del aficionado. La organización ha informado que más de 340,000 espectadores asistieron a los primeros ocho partidos y que se han vendido entradas a personas de más de 130 países, lo que indica un alcance global considerable. La situación actual del Mundial de Clubes pone de manifiesto cómo factores económicos, deportivos y geopolíticos pueden interactuar e influir directamente en el éxito de grandes eventos internacionales.