La compañía estadounidense Tesla anunció la firma de un acuerdo para construir su primera planta de almacenamiento de energía de gran capacidad en China continental, marcando un paso significativo en su expansión más allá de la producción de autos eléctricos y paneles solares.
El nuevo proyecto se concreta en un contexto de relaciones diplomáticas tensas entre Estados Unidos y China, intensificadas por la política arancelaria impulsada por el presidente Donald Trump. Pese a este entorno, Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, continúa fortaleciendo sus inversiones en el mercado chino, clave para su crecimiento global.
De acuerdo con la empresa, esta instalación será la más grande de su tipo en el país asiático y tiene como objetivo optimizar el uso de la red eléctrica urbana y aliviar la presión en el suministro de energía. El contrato, suscrito por Tesla Shanghái junto con autoridades locales y la empresa China Kangfu International Leasing, implica una inversión de aproximadamente 4,000 millones de yuanes, lo que equivale a unos 560 millones de dólares.
Tesla ya tiene presencia industrial en Shanghái con su planta de vehículos, que en el primer trimestre de 2025 fabricó más de 100 Megapacks destinados principalmente a exportación, sobre todo hacia Europa. Cada Megapack, según la compañía, puede almacenar 3.9 megavatios hora (MWh), energía suficiente para abastecer en promedio a 3,600 hogares durante una hora, y se pueden conectar múltiples unidades para ampliar la capacidad sin límite.
Hasta ahora, Tesla ha instalado soluciones de almacenamiento equivalentes a más de 10 gigavatios hora (GWh) en diferentes regiones, incluyendo Texas, Alaska y Australia, consolidando su posición como uno de los principales actores en infraestructura energética sostenible a nivel mundial.