El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya como «la más unida y productiva en la historia» de la organización. A través de su plataforma Truth Social, el mandatario elogió el encuentro como «maravilloso», destacando la presencia de líderes «increíbles y comprometidos».
Uno de los principales logros de esta cumbre, según Trump, fue el acuerdo para que los 32 países miembros incrementen su gasto militar al 5% del Producto Interno Bruto (PIB) a partir de 2023. Este nuevo umbral, dijo, otorga a la OTAN un “poder real” frente a los desafíos globales.
Aunque en días previos había amenazado con imponer sanciones comerciales a España por sus reservas ante el nuevo objetivo presupuestario, Trump no retomó esas declaraciones en su balance final del encuentro. Tampoco lo hizo el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien calificó el acuerdo como un «logro histórico» y una victoria directa para la administración estadounidense.
Según Hegseth, varios líderes internacionales reconocieron en privado que sin la presión ejercida por Trump desde Washington, este tipo de compromiso en defensa “nunca habría sido posible”. El acuerdo fue interpretado como una señal de cohesión renovada entre los aliados, y como una reafirmación del liderazgo de Estados Unidos en la OTAN.