El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó este lunes su postura firme hacia Cuba con la firma de un nuevo memorando que fortalece las restricciones impuestas durante su primer mandato. La medida prohíbe el turismo estadounidense a la isla y bloquea cualquier tipo de transacción con Gaesa, un conglomerado empresarial vinculado a las fuerzas armadas cubanas.
Con este anuncio, la Casa Blanca busca reinstaurar su estrategia de “mano dura” al señalar que el objetivo es frenar prácticas económicas que favorecen desproporcionadamente al gobierno cubano y sus organismos militares, en perjuicio de la población. El documento también establece auditorías periódicas y obliga a conservar registros de cualquier transacción relacionada con viajes a la isla por al menos cinco años.
El embargo comercial contra Cuba, vigente desde hace más de seis décadas, fue endurecido nuevamente tras el regreso de Trump a la presidencia en enero. Desde entonces, ha revertido varias decisiones tomadas por el expresidente Joe Biden, como la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. La nueva política también limita la entrada de ciudadanos cubanos a Estados Unidos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, condenó en redes sociales la nueva orden ejecutiva, calificándola de “criminal” y una violación a los derechos humanos del pueblo cubano. Mientras tanto, Trump sostiene que su administración buscará apoyar a la sociedad civil cubana mediante el acceso ampliado a internet y el impulso de un sector privado independiente. También se plantea una revisión de las presuntas violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno cubano.