La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México ha realizado un pago anticipado de deuda significativo, amortizando más de 3,500 millones de dólares en bonos y reduciendo así en un 85% las amortizaciones programadas para el año 2026. Esta estrategia financiera busca optimizar el perfil de la deuda externa del país, aprovechando las condiciones favorables del mercado.
La operación fue posible gracias a un cambio de moneda, lo que permitió a la SHCP utilizar un remanente del Banco de México para este fin. Esta flexibilidad en la gestión de la deuda es crucial en un entorno económico global volátil. Al reducir las amortizaciones futuras, el gobierno busca aliviar la presión sobre las finanzas públicas en los próximos años, brindando mayor certidumbre fiscal.
Esta acción de Hacienda no solo demuestra una gestión activa de la deuda, sino que también envía una señal positiva a los mercados internacionales sobre la prudencia fiscal de México. La reducción de los compromisos a corto plazo puede mejorar la percepción de riesgo del país y, potencialmente, facilitar futuras emisiones de deuda en condiciones más favorables. Sin embargo, es fundamental que esta estrategia se acompañe de una disciplina fiscal continua para asegurar la sostenibilidad de la deuda pública a largo plazo y evitar que la carga financiera se traslade a las próximas administraciones.