El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rechazado la solicitud de Pakistán para subsidiar la electricidad destinada a la minería de Bitcoin. Esta decisión subraya la postura cautelosa del organismo multilateral frente a la asignación de recursos estatales a actividades relacionadas con criptomonedas, especialmente en economías que enfrentan desafíos fiscales y energéticos significativos. La propuesta pakistaní buscaba promover la industria de la minería de Bitcoin en el país, pero chocó con las prioridades del FMI.
El rechazo del FMI se enmarca en la necesidad de Pakistán de implementar reformas económicas que aseguren la estabilidad macroeconómica y fiscal. El organismo ha insistido en que el país debe reducir los subsidios generalizados y mejorar la eficiencia de sus sectores energético y financiero. Otorgar exenciones energéticas a una industria intensiva en consumo eléctrico como la minería de Bitcoin iría en contra de los objetivos de consolidación fiscal y de la reestructuración del sector energético que el FMI busca impulsar en Pakistán.
Esta determinación del FMI envía un mensaje claro a otras naciones en desarrollo que podrían considerar incentivos similares para la minería de criptomonedas. La viabilidad de estas operaciones, que requieren grandes cantidades de energía, a menudo entra en conflicto con las metas de sostenibilidad fiscal y energética de los países. La decisión del FMI sugiere que, en contextos de fragilidad económica, la prioridad debe ser la gestión prudente de los recursos públicos y la inversión en sectores que generen beneficios más amplios y directos para la población.