Michael Madsen, reconocido por sus intensas actuaciones en películas emblemáticas de Quentin Tarantino, falleció este jueves a los 67 años tras sufrir un ataque al corazón. Su cuerpo fue encontrado en su residencia de Malibú, California, según confirmaron sus representantes Susan Ferris y Ron Smith, junto con su publicista Liz Rodríguez.
Con más de cuatro décadas de trayectoria, Madsen dejó una huella imborrable en la industria cinematográfica. Participó en más de 300 producciones, destacando en Perros de reserva como el temido Mr. Blonde, un personaje recordado por su brutalidad y estilo, así como en Kill Bill, donde interpretó a Budd, el hermano del antagonista principal.
Su versatilidad lo llevó a aparecer también en cintas como Thelma & Louise, Sin City y Había una vez en Hollywood, consolidándose como uno de los rostros más duros y carismáticos del cine estadounidense. Su presencia en pantalla, siempre intensa, lo convirtió en un favorito dentro del universo tarantinesco.
“Michael Madsen fue uno de los actores más emblemáticos de Hollywood, al que muchos echarán de menos”, declararon sus agentes en el comunicado. Su partida deja un vacío profundo en la comunidad cinematográfica, que hoy despide a una figura icónica del cine de culto y el drama criminal.