fueron reconocidos por su trascendental aportación a la medicina nacional. El evento “Latido 25: Hablemos desde el corazón” celebró hitos como el primer trasplante cardiaco realizado en 1988 por el Dr. Rubén Argüero en el Centro Médico La Raza y el efectuado en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez en el año 2000 por el Dr. Valentín Herrera Alarcón. Más que logros quirúrgicos, estos momentos marcaron el inicio de una nueva etapa en la medicina mexicana.
Durante la ceremonia, los médicos compartieron sus vivencias y reflexiones sobre el avance de la cirugía cardiovascular en el país. Para Herrera, el trasplante va más allá de una operación: es una experiencia emocional profunda. A su vez, Argüero, conmovido, recordó cómo ese primer trasplante inspiró posteriores programas de órganos como pulmón y páncreas, y llamó a las nuevas generaciones a mantener la pasión y el compromiso por esta especialidad.
El Dr. Argüero lamentó que México haya perdido liderazgo en esta área, en parte por la politización y falta de apoyo a los programas. Pese a contar con grandes profesionales, destacó que es necesario invertir en cuidados intensivos, fortalecer la reanimación y la procuración de órganos. “Aún hay mucho por hacer”, afirmó. También fueron homenajeados otros grandes nombres de la medicina nacional como la Dra. María del Sol García Ortegón, primera mujer en realizar un trasplante de corazón, y el Dr. Alejandro Bolio Cerdán, pionero en trasplantes pediátricos. La historia del corazón en México sigue latiendo, gracias al esfuerzo de quienes han hecho de lo imposible, una realidad.