El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró este jueves que su gobierno trabaja sin descanso para lograr el retorno de todos los rehenes capturados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Desde el kibutz Nir Oz, uno de los más afectados por ese asalto, el líder israelí afirmó sentirse profundamente comprometido con las familias de los secuestrados: “Los traeremos a todos de vuelta”, declaró en un mensaje difundido por su oficina.
Mientras tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que Israel ha aceptado un posible alto al fuego de 60 días en Gaza, con el objetivo de facilitar la liberación de los cautivos. Trump aseguró que será “muy firme” en su próxima reunión con Netanyahu en Washington, y expresó su preocupación por la seguridad de los civiles palestinos.
En paralelo, la ofensiva militar israelí se intensificó en Gaza, donde se registraron 73 muertes solo el jueves, según fuentes de los servicios de emergencia locales. Entre las víctimas, 15 murieron tras un ataque a una escuela usada como refugio, en la que supuestamente se encontraba un centro de comando de Hamás. Israel justificó el bombardeo alegando que se tomaron medidas para minimizar daños a civiles, incluyendo el uso de municiones de precisión.
La situación humanitaria en Gaza es crítica. La mayoría de sus más de 2 millones de habitantes se ha visto desplazada, y la ayuda internacional es insuficiente. “Esto no es vida. Hemos sufrido suficiente”, expresó una sobreviviente del ataque, Um Yasin Abu Awda, desde el hospital Al Shifa. Desde el inicio del conflicto, más de 57,000 palestinos han muerto, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, cifra que la ONU considera confiable. Mientras, la comunidad internacional sigue presionando por una tregua que ponga fin al sufrimiento en ambos lados del conflicto.
