Una empresa noruega está impulsando un ambicioso proyecto para la exportación de gas natural licuado (GNL) en Quebec, Canadá. La propuesta plantea la construcción de una instalación de procesamiento y exportación de GNL, buscando capitalizar la creciente demanda global de este combustible. Este proyecto, sin embargo, ha encendido el debate entre las autoridades y la sociedad canadiense, dividiendo opiniones sobre su viabilidad económica y su impacto ambiental.
Los defensores del proyecto argumentan que podría generar importantes beneficios económicos para Quebec y Canadá, incluyendo la creación de empleos, ingresos fiscales y la consolidación del país como un actor clave en el mercado energético internacional. Además, señalan que el gas natural es una alternativa más limpia al carbón en la transición energética global.
Por otro lado, críticos, incluyendo grupos ambientalistas y comunidades locales, expresan serias preocupaciones sobre las implicaciones ecológicas del proyecto. Cuestionan el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la extracción, transporte y licuefacción del gas, así como el riesgo de posibles derrames y el impacto en la biodiversidad marina. El gobierno de Quebec se encuentra evaluando la propuesta, sopesando los beneficios económicos frente a los compromisos climáticos y las preocupaciones ambientales. La decisión final sobre este proyecto será un punto de inflexión para la política energética y ambiental de la provincia.