En el marco de una visita oficial a Brasilia, el primer ministro de India, Narendra Modi, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, renovaron este martes su exigencia de ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU). Ambos líderes calificaron de inaceptable que dos de las mayores democracias del mundo, y miembros activos del Sur Global, sigan sin voz decisiva en el principal órgano de resolución de conflictos globales.
El encuentro bilateral se produjo tras la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, donde las 11 naciones integrantes del bloque expresaron su apoyo a una reforma integral del Consejo de Seguridad. En una declaración conjunta, Modi y Lula ratificaron su respaldo mutuo para integrar de forma permanente ese organismo y subrayaron la necesidad de adaptarlo a los equilibrios geopolíticos actuales.
Lula señaló que «es inconcebible que países como Brasil e India no tengan un asiento fijo en el Consejo», y destacó la importancia de reforzar los lazos con India, «una nación diversa, democrática y comprometida con la paz». Modi, por su parte, calificó la asociación entre ambos países como «un pilar de estabilidad global», ante el aumento de conflictos e incertidumbres en el mundo.
El respaldo a esta aspiración no viene solo del eje sur-sur. China y Rusia, miembros permanentes del Consejo con derecho a veto, han expresado públicamente su apoyo a que tanto India como Brasil asuman un papel más relevante en la ONU. Mientras tanto, el organismo internacional enfrenta fuertes críticas por su incapacidad para actuar en conflictos como la guerra en Ucrania o la crisis en Gaza, bloqueado por los vetos de potencias con intereses opuestos.