El gobierno de Estados Unidos implementará un programa piloto que obliga a ciertos solicitantes de visas de turismo y negocios a pagar una fianza de hasta 15,000 dólares. Esta medida, anunciada por el Departamento de Estado, tiene como objetivo evitar que los viajeros excedan el tiempo autorizado de permanencia en territorio estadounidense. El programa estará vigente por un periodo inicial de 12 meses.
Según el aviso oficial, esta política aplicará únicamente a ciudadanos de países considerados como de “alto riesgo” por tener elevados índices de permanencia irregular o controles deficientes de verificación. Los viajeros deberán depositar entre 5,000 y 15,000 dólares al momento de solicitar su visa. Si respetan el plazo autorizado de estadía, se les reembolsará el monto completo; en caso contrario, lo perderán.
La iniciativa surge en el contexto de nuevas restricciones impulsadas por el presidente Donald Trump, quien volvió al poder en enero y ha retomado su agenda contra la inmigración irregular. Entre sus acciones más recientes están los vetos o limitaciones a ciudadanos de 19 naciones, la mayoría ubicadas en África, de mayoría musulmana o con gobiernos de izquierda como Cuba y Venezuela. Además, se han impuesto trabas al otorgamiento de visas estudiantiles.
De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Interior (DHS), en el año fiscal 2023 se registraron aproximadamente 565,000 casos de personas que se quedaron en el país más tiempo del autorizado, lo que representa el 1.45% del total de entradas no inmigrantes. En contraste, el 98.55% de los viajeros salieron conforme a lo establecido. Aunque el Departamento de Estado no ha dado más detalles, la medida ha generado atención internacional por su posible impacto en los flujos migratorios y turísticos.