El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó entablar diálogo directo con el mandatario estadounidense Donald Trump tras la imposición de un arancel del 50 % sobre exportaciones brasileñas, advirtiendo que hacerlo sería una “humillación” para su país. En cambio, anunció su intención de coordinar una respuesta con los países integrantes del bloque BRICS, aprovechando que Brasil preside el grupo en 2025 .
Lula planea dialogar con líderes como Narendra Modi, Xi Jinping y otros socios clave, con el fin de diseñar una estrategia consolidada frente al proteccionismo impulsado por EE. UU. Paralelamente, Brasil ha solicitado formalmente consultas en la Organización Mundial del Comercio para impugnar los aranceles impuestos, que afectan aproximadamente al 36 % de sus exportaciones hacia ese país.
- La decisión de no dialogar con Trump refuerza la postura de soberanía e independencia diplomática de Brasil, pero también limita la opción de soluciones rápidas mediante canales bilaterales.
- Al buscar acciones conjuntas con el bloque BRICS, Brasil apuesta por fortalecer el peso geoeconómico del grupo, aunque el alcance real de esta estrategia dependerá de la cohesión interna y de la disponibilidad política de otros miembros.
- La apertura de consultas ante la OMC impulsa un proceso formal que puede demorar, y aunque provee legitimidad, no garantiza resolución inmediata de tensiones comerciales.
En síntesis, Lula apuesta por una respuesta multilateral que implique liderazgo regional y negociación estructurada en foros globales. Sin embargo, la efectividad de esta apuesta dependerá de la capacidad del BRICS para consolidar consensos y del avance efectivo en mecanismos internacionales de comercio justo.