La estatal chilena Codelco inició este 10 de agosto un reinicio parcial de actividades subterráneas en su mina El Teniente, después de que Sernageomin autorizara la operación en zonas consideradas seguras. No obstante, sectores como Recursos Norte y Andesita, afectados por el derrumbe del 31 de julio que dejó seis muertos, siguen suspendidos.
El permiso laboral es crítico: la Dirección del Trabajo concedió el visto bueno para retomar actividades en zonas como Pilar Norte, Panel Esmeralda, Pacífico Superior y Diablo Regimiento, siempre bajo estrictos protocolos de monitoreo sísmico, evaluación geotécnica y seguridad. Mientras tanto, contratistas vinculados a áreas impactadas continúan con contratos suspendidos hasta al menos el 13 de agosto .
La Fiscalía avanza en esclarecer responsabilidades e inspecciona niveles aún no evaluados, confirmando que el colapso afectó unos 3 700 m de túneles —muy por encima de los 700 m inicialmente reportados—, y abarcó múltiples sectores críticos. Según especialistas, el incidente fue imprevisible, tratándose más de un «estallido de roca» que un simple colapso provocado por acciones humanas.
A pesar del avance, la reanudación parcial destaca tensiones: la presión por restaurar producción choca con la necesidad de priorizar la seguridad de trabajadores y asegurar transparencia en la recuperación operativa.
