La Tarjeta de Movilidad Integrada (MI) digital fue anunciada hace más de un año como un paso clave hacia la modernización del transporte público en Ciudad de México. Sin embargo, pese a la promesa de su pronta llegada, el proyecto sigue en fase de pruebas con un avance reportado del 80 %, según el Primer Informe de Gobierno de Clara Brugada.
La versión virtual permitirá a los usuarios pagar el ingreso al Metro, Mexibús y Mexicable desde sus teléfonos con tecnología NFC, a través de la app CDMX. Esto eliminaría la necesidad de recargar la tarjeta física en taquillas o máquinas, ofreciendo mayor comodidad y reduciendo los problemas derivados de extravío o desgaste. Aun así, la iniciativa arrastra un historial de retrasos: en 2024 se aseguró que estaba a semanas de concluir, pero dificultades técnicas frenaron su despliegue.
Un aspecto positivo es que la tarjeta MI digital no reemplazará a la física, sino que ampliará las opciones de pago junto con tarjetas bancarias, Mercado Pago, Apple Pay y Wallet de Android. Además, la Secretaría de Movilidad trabaja en coordinación con el Estado de México para que la herramienta funcione en viajes interurbanos, beneficiando a miles de personas que se trasladan diariamente a la capital.
La prisa por implementar este sistema se vincula al Mundial 2026, evento que presionará la capacidad de movilidad de la ciudad. Si bien el proyecto promete agilidad y modernización, la falta de plazos claros alimenta dudas sobre su operatividad real antes de una de las pruebas más grandes que enfrentará el transporte capitalino.