Una cámara Leica que perteneció al papa Francisco alcanzó un precio récord de 6.5 millones de dólares en una subasta internacional, convirtiéndose en una de las piezas fotográficas más caras jamás vendidas. La casa subastadora señaló que el valor extraordinario responde tanto a la rareza del equipo como al simbolismo asociado al pontífice, conocido por su cercanía con la gente y su interés por la comunicación visual.
El dispositivo, una Leica M10-P, fue utilizado por el papa durante diversos encuentros públicos y privados. Según los organizadores, la cámara conserva imágenes inéditas que forman parte de la vida cotidiana del pontífice, lo que incrementó el interés de coleccionistas de arte sacro y entusiastas de la fotografía.
La venta superó ampliamente las expectativas iniciales y marcó un hito para los objetos relacionados con figuras religiosas contemporáneas. Expertos señalaron que el precio alcanzado refleja el creciente mercado de artículos vinculados a líderes sociales y espirituales, cuyo valor simbólico suele trascender lo material.
Los fondos obtenidos serán destinados a proyectos de asistencia social impulsados por el Vaticano, entre ellos programas de apoyo a comunidades vulnerables y refugios para personas en situación de calle. La subasta no solo resaltó la figura del papa Francisco, sino también su compromiso con causas humanitarias a través de gestos que combinan historia, arte y solidaridad.
