Las instituciones Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) avanzan hacia la liquidación de sus pasivos con la industria farmacéutica, mientras que IMSS‑Bienestar continúa rezagado debido a trámites burocráticos que obstaculizan los pagos.
El monto total de la deuda se aproxima a 19 000 millones de pesos, de los cuales cerca de 8 000 millones corresponden a IMSS-Bienestar. Según la asociación proveedora Asociación Mexicana de la Distribución Institucional de la Salud (Asmedis), el IMSS ha comprometido un flujo de 1 700 millones de pesos cada quincena para liquidar sus pasivos antes de que concluya el año.
En contraste, IMSS-Bienestar enfrenta “nudos burocráticos” que impiden definir un cronograma claro de pagos. La asociación destacó que el jueves siguiente al anuncio se publicará un comunicado para suprimir procesos redundantes que entorpecen la revisión de expedientes de pago.
La aceleración de los pagos se da en paralelo con un esfuerzo del sector salud para restablecer niveles óptimos de abasto de dispositivos médicos, estimados entre 85 % y 86 % en octubre, con la meta de alcanzar 98 % en noviembre.
El desenlace de esta negociación será clave para la estabilidad de la cadena de suministro farmacéutico en México y para asegurar que los insumos críticos lleguen en tiempo y forma a hospitales y clínicas del sistema público.







