El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, informó que las autoridades mexicanas entregaron a Estados Unidos al ciudadano chino identificado como Zhi Dong “N”, alias ‘Brother Wang’, sospechoso de lavado de cerca de 150 millones de dólares y tráfico internacional de fentanilo.
Detenido originalmente el 30 de octubre de 2024 en Ciudad de México, Zhi Dong logró fugarse el 11 de julio de 2025 mientras cumplía prisión domiciliaria. Se ocultó en Cuba tras abandonar el país y fue recapturado por autoridades cubanas el 31 de julio de 2025 por uso de documentos falsos. Su traslado a Estados Unidos fue posible gracias a colaboración internacional que involucró a la Fiscalía General de la República (FGR), la SSPC, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y organismos de seguridad hemisféricos.
Desde una perspectiva crítica, este suceso supone dos lecturas clave:
- En lo positivo, refleja capacidad de coordinación internacional y peso diplomático del país en la lucha contra delitos transfronterizos.
- Sin embargo, evidencia fragilidad institucional al permitir la fuga de un acusado de tan alto perfil — lo que plantea interrogantes sobre supervisión judicial y efectividad operativa interna.
La entrega de Zhi Dong no debe ser un hecho aislado de exhibición, sino el inicio de un mecanismo permanente de rendición de cuentas que prevenga escapatorias y certifique que la persecución del crimen organizado se mantenga constante y sin interrupciones.







