La extinción de cintas y casetes ya tiene fecha. De acuerdo con la UNESCO y la Asociación Internacional de Archivos Sonoros y Audiovisuales (IASA), a partir de 2025 comenzará la pérdida masiva de contenidos grabados en soportes magnéticos que no hayan sido estabilizados ni digitalizados. Ante ello, la Fonoteca Nacional de México ha hecho un llamado urgente a instituciones y ciudadanos para evitar la desaparición de una parte esencial de la memoria sonora del país.
Margarita Sosa Suárez, directora de Conservación y Documentación Sonora, explicó que la alerta internacional lanzada en 2019 previó este deterioro irreversible. Las cintas son vulnerables a factores ambientales y biológicos como la humedad, los hongos y el llamado “síndrome del vinagre”, un proceso químico que degrada el material y contamina otras grabaciones. Para frenarlo, la Fonoteca aplica estándares internacionales y prioriza la estabilización y digitalización de los archivos más frágiles.
La institución, dependiente de la Secretaría de Cultura, busca resguardar no solo música y grabaciones históricas, sino también expresiones culturales y lingüísticas. Entre los casos más valiosos destaca el de la lengua N D E (Apache), con apenas una treintena de hablantes en México. Aunque las grabaciones se realizaron con un teléfono celular, la Fonoteca las integró a su acervo por su enorme valor patrimonial.
Además de conservar, la Fonoteca promueve la cultura de la escucha mediante actividades académicas y artísticas. Su misión es asegurar que las generaciones futuras puedan seguir accediendo a las voces, sonidos y expresiones que conforman la identidad auditiva de la nación.







