La visita del ministro canadiense Dominic LeBlanc a México subraya la importancia de la alianza comercial y política entre ambos países, especialmente en el contexto de la revisión quinquenal del T-MEC programada para 2026. México y Canadá están consolidando una estrategia conjunta para defender la integridad del acuerdo ante la creciente incertidumbre política y el riesgo de un aumento en las medidas proteccionistas por parte de Estados Unidos.
El enfoque de las reuniones se centró en la complementariedad económica, destacando la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro de América del Norte en áreas críticas como la energía, los minerales estratégicos y la manufactura automotriz. El objetivo es profundizar la integración para hacer que la alianza trilateral sea indispensable, incluso bajo presiones externas.
Desde una perspectiva crítica, el fortalecimiento de la alianza es una medida defensiva que revela la vulnerabilidad compartida de México y Canadá frente al poder económico y regulatorio de Estados Unidos. Ambos países buscan reducir su exposición a los aranceles o las restricciones comerciales, lo que a menudo se logra a través de la disciplina en las reglas de origen del T-MEC.
Un punto de fricción pendiente es el sector automotriz. Si bien es el corazón de la integración, las disputas sobre el contenido regional han generado tensiones. La alianza debe garantizar que la cooperación comercial se traduzca en inversión real y sostenible en infraestructura y energía, permitiendo a ambas naciones capitalizar plenamente las oportunidades del nearshoring y reducir su dependencia del ciclo económico estadounidense.

