Apple lanzó en octubre de 2025 una actualización significativa de su casco espacial: el Apple Vision Pro con chip M5, nueva correa Dual Knit y la actualización visionOS 26, que introduce funciones de accesibilidad, nuevas experiencias espaciales y una mayor integración con Apple Intelligence. La compañía presentó la renovación como una mejora enfocada en rendimiento, duración de batería, calidad de imagen y comodidad, más que en una reformulación de diseño radical.
A nivel técnico, el salto al M5 (silicio de tercera generación a 3 nm, según Apple) ofrece mayores capacidades de cálculo para renderizado espacial y tareas de IA local —lo que permite experiencias más fluidas en apps 3D y procesos de “spatial computing” exigentes— y, según Apple, mejora la autonomía. Paralelamente, visionOS 26 incorpora funciones de productividad y personalización (widgets espaciales, nuevas Personas, integración de Apple TV Immersive y soporte ampliado de idiomas), además de características de accesibilidad como Live Recognition y opciones de navegación por mirada. Es una estrategia de software que pretende convertir el dispositivo en una herramienta relevante tanto para entretenimiento como para usos profesionales.
Para desarrolladores y el ecosistema de aplicaciones, las mejoras abren dos líneas de oportunidad: 1) aplicaciones espaciales más complejas —gracias al mayor poder de procesamiento— y 2) formatos de contenido inmersivo (Apple Immersive Video, 3D) que Apple empuja desde su catálogo y acuerdos —por ejemplo, la incorporación de eventos deportivos y contenido exclusivo que añade valor a la plataforma Vision. Apple refuerza, así, su estrategia de hardware + plataforma para atraer tanto usuarios finales como estudios y creadores de contenido espacial.
Las implicaciones comerciales y de mercado son claras. Por un lado, mejorar rendimiento y comodidad reduce dos frenos a la adopción: batería limitada y fatiga de uso; por otro, el posicionamiento del Vision Pro como producto premium y su disponibilidad limitada por país mantienen una barrera de entrada alta. Para actores del mercado XR, la actualización sitúa a Apple como referente de experiencia integrada (hardware, OS, contenido), lo que puede presionar competidores a acelerar mejoras. Sin embargo, analistas advierten que la adopción masiva aún depende de precio, casos de uso claros y un ecosistema de apps que justifique la inversión en empresas y consumidores.
En términos regulatorios y de privacidad, la mayor integración de IA y sensores exige atención: Apple ha subrayado características de privacidad en sus comunicaciones, pero los reguladores y expertos recuerdan la necesidad de claridad sobre datos recogidos por sensores espaciales y cómo se gestionan en aplicaciones de terceros. La combinación de capacidades de captura ambiental, identificación por mirada y nuevos modos de interacción acarrea preguntas legítimas sobre consentimiento y protección de usuarios.
En resumen, la actualización del Vision Pro con M5 y visionOS 26 es un paso para hacer la computación espacial más práctica y atractiva; consolida la apuesta de Apple por un ecosistema cerrado de hardware, software y contenido inmersivo, pero su impacto macroeconómico dependerá de si estas mejoras consiguen ampliar la base de usuarios más allá de nichos profesionales y entusiastas. El mercado XR observará de cerca la respuesta de desarrolladores, precio y disponibilidad como factores decisivos para 2026.



