La Fundación del Español Urgente eligió “arancel” como la palabra del año 2025, al considerar que fue uno de los términos más repetidos y representativos del discurso público durante los últimos meses. Su uso se intensificó en medios de comunicación, redes sociales y conversaciones cotidianas, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
El concepto, tradicionalmente asociado al comercio exterior y a los impuestos a las importaciones, trascendió el ámbito técnico para convertirse en una referencia habitual en discusiones sobre política económica, relaciones internacionales e impacto en el consumo. Las decisiones gubernamentales y los conflictos comerciales contribuyeron a que el término adquiriera una carga simbólica mayor.
De acuerdo con especialistas en lenguaje, la popularidad de “arancel” también refleja una mayor conciencia social sobre temas económicos. La Generación Z, en particular, ha incorporado este vocabulario en su interacción digital, memes y debates en plataformas sociales, resignificando un concepto que antes parecía distante.
La elección de esta palabra subraya cómo el lenguaje evoluciona de la mano de los acontecimientos globales. En 2025, “arancel” no solo definió una política económica, sino que se consolidó como un símbolo de las tensiones y preocupaciones que marcaron el año.



