22 de diciembre de 2024 1:25 pm
OPINIÓN

Steve Messam y su land art

…el land art fue afianzándose y saliendo de las galerías, para alterar propiamente, con un sentido artístico, los paisajes que serán el leitmotiv de las obras. Estas interacciones quieren reflejar la relación entre los humanos y la Tierra, el medio ambiente y el mundo, expresando al mismo tiempo el dolor, debido al deterioro ambiental del clima que existe hoy en día. Siendo muchas veces efímeras, ya que se quiere usar materiales amables con el ecosistema…

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Cecilia González Michalak

El arte instalación es un género del arte contemporáneo, que, en un contexto y espacio determinado, crea una interacción con el medio y el espectador para despertar sentimientos o reflexiones. Aunque las instalaciones son más comunes en espacios cerrados, existen también las que son implementadas en espacios abiertos y se conocen como land artlantearth art o earthworks.

Las instalaciones empezaron en 1960, aunque se considera a uno de sus predecesores a Marcel Duchamp (1887-1968), mejor conocido por sus piezas de arte dadá y sus ready-mades, entre ellas Fuente, un mingitorio firmado por R. Mutt. Poco tiempo después, en 1968, se creó la exposición de varios artistas –Walter de Maria, Claes Oldenburg, Mike Heizer, Robert Smithson, Sol Lewitt, Robert Morris and Dennis Oppenheim– llamada Earthworks​ en la Dwan Gallery de Nueva York, donde se podían apreciar diferentes piezas creadas con tierra, ya sea que estuviese amontonada, o tuviera patrones gracias a surcos.

Algunas fotos de cómo fue la exposición Earthworks en la Dwan Gallery de Nueva York, en 1968. (Fuente de las imágenes: Western Land Art)

Con el paso de los años, el land art fue afianzándose y saliendo de las galerías, para alterar propiamente, con un sentido artístico, los paisajes que serán el leitmotiv de las obras. Estas interacciones quieren reflejar la relación entre los humanos y la Tierra, el medio ambiente y el mundo, expresando al mismo tiempo el dolor, debido al deterioro ambiental del clima que existe hoy en día. Siendo muchas veces efímeras, ya que se quiere usar materiales amables con el ecosistema, la única forma para prevalecer es la de la fotografía y las grabaciones audiovisuales.

Steve Messam (1970-), antes fotoperiodista, se ha dedicado en las últimas dos décadas de su vida a crear instalaciones y land art, que interactúan con el entorno, tanto natural, como artificial, del norte del Reino Unido. Con piezas a veces “más grandes que una casa”, quiere resaltar las narrativas de los paisajes, desde su evolución a lo largo del tiempo con la interacción natural y humana.

Steve Messam y Hush. (Fuente de la imagen: China Plus)

Hacer este tipo de arte toma su tiempo: antes de empezar, es importante haber realizado una minuciosa investigación del terreno y una meticulosa preparación. Entre el trabajo realizado por Messam para sólo montar una de sus obras se encontraba la investigación histórica del lugar; un estudio de la luz, su orientación y su interacción; análisis geológicos; permisos con los terratenientes, arrendatarios y otras personas con acceso a la tierra; cumplimiento de estándares de conservación ambiental para evitar la interrupción de la vida silvestre; estudio de la física del clima para definir el anclaje, el peso y la resistencia al viento; estudio de los materiales para que no sean nocivos y puedan reusarse o reciclarse para otro montaje.

Todo este trabajo hace que las obras de Messam sean realmente sorprendentes, no sólo por la creatividad artística, sino por el cuidado del detalle para tener una instalación responsable, tanto en el aspecto ambiental, como social. Ejemplo de esto serán cinco de sus instalaciones, PaperBridge, Pointed, Flotilla, Hush y Spiked.

(Fuente de la imagen: Ignant)

PaperBridge (2015) tardó tres años en concretarse. ¿Por qué? Porque no es fácil construir un puente enteramente de papel sin usar pegamento, pernos u otras fijaciones. Haciendo hincapié en las tradiciones arquitectónicas originales del Distrito de los Lagos, Messam crea un arco de medio punto apilando folio tras folio. El papel fue fabricado especialmente por James Cropper en Burneside Mill, Cumbria, siendo el único fabricante papelero que cumplía con los estándares ambientales que requería la pieza. De rojo brillante, el puente es adoptado por los senderos y montañas, siendo un pequeño contraste estético dentro de la naturaleza.

(Fuente de la imagen: Curbed)

Pointed (2017) llena el vacío de la cabina de entrada de Mellerstain House, una construcción escocesa diseñada por Robert Adam en el siglo XVIII. Aprovechando la carencia de techo, 28 picos alargados y dinámicos se elevan más de tres metros en el aire, que recuerdan un estallido estelar o una explosión estilizada congelada en el tiempo. Combinando características históricas con prácticas escultóricas audaces y contemporáneas a gran escala, el artista establece un diálogo vivo entre el pasado y el presente, agregando una nueva dimensión inesperada y temporal a las vistas y la arquitectura familiares. El inflable blanco recuerda las esculturas de mármol usadas como decoración, jugando con nuevas narrativas y dándole un poco de magia al lugar. 

Pointed de noche. (Fuente de la imagen: STIRworld)
(Fuente de la imagen: Artiq)

Flotilla (2018) encontró un lugar en la cuenca del canal en Merchant Square, en Paddington. Con alrededor de 180 barcos de origami de diferentes tamaños, el artista quería recordar los orígenes históricos mercantiles de la zona. Iluminadas por luces LED instaladas al interior, las naves están ancladas y reaccionan así a los movimientos del agua, el viento y el cambio de día a noche. 

(Fuente de la imagen: Steve Messam)
(Fuente de la imagen: The smell of water)

Hush (2019) fue instalada en el paisaje remoto de North Pennines, County Durham, Reino Unido. Las vastas tierras altas abiertas tienen una rica historia llena de cicatrices que recuerdan que, hace 250 años, la mayor parte del plomo del mundo salió de las minas de esas colinas. Messam decoró esta tierra con más de 600 enorme banderas de color amarillo azafrán, suturando el explotado paisaje con color, sonido y movimiento para transformar la antigua característica industrial.La instalación –que suró sólo 16 días–, contaba con 370 m de largo, 50 m de ancho y 45 m en su punto más alto, y utilizó más de 5 km de tela para hacer la obra de arte.

(Fuente de las imágenes: Steve Messam)
(Fuente de la imagen: Steve Messam)

Spiked (2021) llenó el pórtico clásico el Templo de la Piedad, con una forma textil inflada con espinas puntiagudas que sobresalían dramáticamente a través de las columnas. Messam consultó planos antiguos y elevaciones del templo, y en colaboración con el equipo de conservación para ajustar el diseño original del estallido puntiagudo de modo que la instalación no dañara la estructura señalada, especialmente las molduras de yeso del techo. La obra  de naolon amarillo era a prueba de agua y fuego, y contaba con un solo ventilador silencioso para no perturbar la calma de los jardines durante la exposición. Conociendo siempre la historia del paisaje, el artista hizo referencia a las locuras de los jardineros georgianos del siglo XVIII, que,  para impresionar y deleitar a los visitantes, obras fugaces aparecían y desaparecían y las estatuas se movían con frecuencia.

(Fuente de las imágenes: Steve Messam)

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