7 de julio de 2025 2:13 am
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OPINIÓN

Generación de cristal

Durante días, fue tendencia en redes sociales la frase “presidente, rompa el pacto”, otra forma de pedirle a AMLO que dejara de apoyar las aspiraciones gubernamentales de...

ESCUCHAR EL AUDIO Jaime Tbeili Benpalti

Da una mezcla de coraje y miedo escuchar al autodenominado presidente más feminista de la historia decirle “ya chole” al movimiento feminista. Así respondió López Obrador en la mañanera del 18 de febrero a las mujeres que durante varios días le han pedido que retire su apoyo a la candidatura de Félix Salgado Macedonio para gobernador del Estado de Guerrero.

Durante días, fue tendencia en redes sociales la frase “presidente, rompa el pacto”, otra forma de pedirle a AMLO que dejara de apoyar las aspiraciones gubernamentales de un hombre señalado como violador. Cuando nuestro mandatario por fin abordó el tema, dijo que él ya estaba rompiendo el pacto… Pero el Pacto por México, un acuerdo político firmado durante el sexenio de Peña Nieto.

Me gustaría poder obviar la siguiente frase, pero no quiero dejar lugar a dudas: que quede claro que el pacto patriarcal y el Pacto por México no son lo mismo y no tienen nada que ver. Es una burla que el presidente desvié la atención de un tema tan serio para volver a atacar a los gobiernos anteriores.

Que el presidente no le dé importancia a algo tan delicado es muy grave, pero es un síntoma de un tema más complejo. Mientras aumenta la conciencia sobre problemas sociales como el ambientalismo, la desigualdad racial y la discriminación a personas con preferencias sexuales diferentes, también aumentan las voces que desestiman la lucha en estos asuntos.

Frases comunes para atacar estos movimientos incluyen “son solo marxistas resentidos que no tienen nada que hacer con su tiempo”, “hoy en día los jóvenes se ofenden por todo”, “en nuestros tiempos eso no era un problema” y “son una generación de cristal que se rompe con cualquier cosa”.

Me parece que somos una generación preocupada por el estado de nuestras sociedades y de nuestro planeta en general. Somos una generación que no quiere soportar el hecho de que, una persona sea asfixiada por un policía solamente por su color de piel. Somos una generación que no quiere callar cuando no le dan trabajo a una persona por ser homosexual o musulmán. Una generación que no está de acuerdo con que un violador alcance uno de los puestos políticos más importantes del país. Me rehúso a creer que es un error buscar un mejor mundo en todos los aspectos posibles, para todas las personas.

¿De cristal? De cristal sería, tener miedo de levantar la voz por algo que es justo y correcto. Esas personas que se burlan de nosotros por quejarnos son las mismas que durante años dejaron que los problemas sociales se agravaran a escondidas, porque ni siquiera permitían que alguien los sacara a relucir. Se ofendían de ver a dos personas del mismo sexo agarradas de la mano o, de escuchar que las mujeres merecen recibir el mismo salario que los hombres por trabajos iguales.

La generación que, en los años cincuenta, sesenta y setenta salió a las calles para defender este tipo de causas eran grandes héroes. Estarían orgullosos de saber que hemos decidido continuar con su esfuerzo y, muy decepcionados de escuchar que algunos de sus hijos y nietos consideran que buscar este tipo de objetivos son exageraciones.

A todos los que en redes sociales insisten en que somos de cristal: si tanto creen que estamos equivocados, argumenten y expliquen por qué piensan eso. Salir a decir “ya chole” no es un argumento. Dicen que los mandamos a callar porque nos ofendemos por todo, pero cuando les pedimos explicaciones, cuando queremos entender su punto de vista o cuando les pedimos su apoyo para temas tan delicados recibimos respuestas como “ya chole”.

Si realmente creen que estamos exagerando con todo esto, en libre intercambio de ideas podemos hablarlo, pero si solamente nos van a salir con las elocuentes declaraciones del tabasqueño, no se sorprendan de que no los queramos escuchar.

Y a ustedes, los que creen en estas causas y en estas ideas, los que están dispuestos a defenderlas, no dejen de hacerlo. No son marxistas resentidos, no están equivocados y recuerden que alzar la voz sí tiene consecuencias.

¿Dónde está la prueba de que todo esto sí sirve de algo? En que, después de todo, y a pesar de las declaraciones del presidente, el feminismo en México logró que se retirara la candidatura de Félix Salgado Macedonio a gobernador del Estado de Guerrero.

Quiero cerrar, citando un Tweet de Ana Sofía López Lugo (a quien responsabilizo por inspirar este artículo):

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