(Audio por: Deborah Cohen Falah Cheja) América Gutiérrez González

Vivimos en una sociedad globalizada que lleva décadas haciendo un trabajo magnífico para desgastar y mermar el poder de las palabras. Las palabras, es decir, el lenguaje es lo que nos hace humanos. Tenemos una desarrollada manera de comunicarnos, con expresiones cotidianas o formales y diferentes formas de hablar dependiendo del contexto y la situación.
Las palabras tienen el poder de transmitir todos nuestros pensamientos, nuestras opiniones, dudas, experiencias. La palabra esta viva y da vida.
El presente trabajo tiene como objetivo concientizar a todos los lectores la importancia del uso adecuado de las palabras cuando las expresamos, para evitar confusiones, problemas, agresiones e incluso conductas violatorias de las leyes. La ambigüedad puede ser causa de la mala interpretación, falta de claridad, causalidad o intencionalidad. La ambigüedad está relacionada con la incertidumbre, la confusión y el error.
Del mismo modo, a menudo la falta de comunicación se puede atribuir a la falta de habilidad para hablar. Algunas personas se expresan de manera tan incoherente que es casi imposible seguirlas. Asimismo, existen personas dentro de un grupo unido que desarrollan sus propias maneras de hablar – a través de jerga, acrónimos, palabras de moda, etc. y aquí es cuando empiezan los problemas. Y estas costumbres forman parte de nuestro idioma al paso del tiempo, pero deben de ser filtradas.
No hay palabra mal dicha si no fuese mal entendida
En nuestro lenguaje usamos repetitivamente muchos vocablos erróneos. Pondré como ejemplo dos palabras que hoy en día usamos a diestra y siniestra y sin una reflexión cuando las decimos : “Me está acosando” y “no seas bipolar”. Se dicen muy fácil, pero traen o pueden acarrear consigo efectos muy graves. Y lo más sorprendente es que las incluimos muy a menudo y sobretodo los jóvenes.
Se entiende por “acoso”, el perseguir, con empeño y ardor, sin darle tregua al reposo, a una persona o animal. Cuando una persona persigue o molesta a otra. El verbo acosar refiere a una acción o una conducta que implica generar una incomodidad o disconformidad en el otro.
El acoso puede darse en cualquier ámbito y lo puede sufrir cualquier individuo sin distinción social, educativo, económico. Como tal, el acoso puede ser ejercido por agresores de jerarquías superiores, iguales o inferiores en referencia a la víctima, a través de la práctica de actos violentos o intimidatorios constantes sobre una persona, con el fin de desestabilizar a la víctima y crear incomodidad o disconformidad en la propia.
Según estudios psicológicos el acosador, presenta un perfil psicológico en el que destaca: falta de empatía, carencia de sentimientos de culpa, paranoia, mentiras, compulsión compulsivo, manipulación. Todos estos rasgos son premeditados y ya constituyen un trastorno mental y pueden constituir un delito.
Las formas del “verdadero” acoso se presentan como: acoso escolar, acoso sexual, acoso laboral, acoso físico y verbal y el ciberacoso.
Para acusar a una persona de acoso existen los mecanismos (periciales) legales y psicológicos y se tiene que probar. No sólo porque una persona te mire te está acosando, no sólo porque una persona sea amable te está acosando, no sólo porque una persona te ayude te esta acosando etc. Ten cuidado cuando cuando usas esta palabra y considera las consecuencias que pueden ocasionar, por usar este término a la ligera.
Lo mismo pasa con el trastorno bipolar. ¿Cuántas veces hemos oído esa persona es bipolar y resulta que no?, porque en ese momento la misma estaba pasando por un mal momento o una alegría personal.
El trastorno bipolar o llamada enfermedad maníaco – depresiva es aquella que provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos. Los eventos maníacos pueden incluir síntomas como exceso de energía, reducción de la necesidad de dormir y pérdida de noción de la realidad. Los episodios depresivos pueden incluir síntomas como falta de energía, poca motivación y pérdida de interés en las actividades cotidianas. Los episodios de cambios de humor duran de días a meses y también pueden estar asociados con pensamientos suicidas.
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, pero es posible que tenga que ver con una combinación de factores genéticos y ambientales y de la alteración de las sustancias químicas y las estructuras del cerebro.
Para afirmar que se tiene un trastorno bipolar, se debe realizar un diagnóstico hecho por un especialista, el tratamiento suele ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos y psicoterapia.
Por lo que las palabras son peldaños de la gran escalera de nuestra comunicación. Una palabra mal dicha puede ocasionar un gran problema y hasta destruir una vida. Elijamos bien las palabras a la hora de comunicarnos y si la desconocemos o nos suena simpáticas, llamativas o están de moda, consultemos al diccionario y enriquezcamos nuestro vocabulario.No caigamos en estas trampas tan dañinas.
Y en mi opinión, te hago una pregunta: ¿Qué sientes cuando te llaman acosador o bipolar y no lo eres?y ¿qué consecuencias pueden traer a tu vida?…