Niels Rosas Valdez
Una vez más, Israel se ha vuelto el centro de atención internacional a raíz de las acciones que su gobierno ha llevado a cabo en los últimos días con respecto a Palestina. Las tensiones han aumentado entre estos dos países, causando destrozos y muertes de manera desproporcional entre ambos lados. ¿Qué ha sucedido y cuál ha sido el movimiento de la comunidad internacional?
Para fines prácticos, si bien las tensiones entre los territorios palestinos e Israel que los han llevado al combate de hoy en día comenzaron el mes pasado, la enemistad entre ambas sociedades se gestó con mayor fuerza tras la ocupación progresiva de los israelíes en territorio palestino durante la segunda mitad del siglo XX. Desde ese momento, el estado de Israel se ha ampliado, desplazando a los palestinos de su hogar y hostigándolos de varias maneras.
El conflicto que se experimenta hoy en día se fraguó por el hostigamiento de las fuerzas de seguridad israelíes hacia palestinos, quienes buscaban ingresar a sus lugares religiosos para celebrar el Ramadán. Aunado a eso, las injusticias recientes de la política israelí, que apoya desalojos de los palestinos en favor de los israelíes, exacerbaron la paciencia del gobierno de la Franja de Gaza, lo que logró generar progresivos enfrentamientos entre individuos dos los grupos y aumentar las tensiones en la región.
La pregunta es: ¿por qué la comunidad internacional no interviene para detener el conflicto? Es cierto que los países cuentan con soberanía para defenderse, sin embargo, la raíz de este problema se origina de lo que ha históricamente realizado Israel contra los palestinos. No sólo estamos hablando del hostigamiento como política oficial que ha llevado a cabo este país contra los palestinos dentro y fuera de “su territorio”, sino que se trata una serie de violaciones a los Derechos Humanos y una longeva limpieza étnica perpetrada con complicidad del gobierno.
Pero a pesar de ello, el punto a atender aquí es la disolución del conflicto. Varios países se han posicionado a favor del cese de fuego, entre ellos México, Francia y China, quien de hecho convocó una reunión de emergencia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No obstante, Estados Unidos de América (EUA), uno de los estados miembro con derecho a veto en las resoluciones de seguridad de este organismo, bloqueó cualquier pronunciamiento general. ¿Por qué lo hizo?
Es ineludible que el conflicto debe solucionarse, y en el globo ha habido diversas muestras de solidaridad hacia Palestina y de condena hacia Israel, lo que genera más presión para EUA, aliado de este último. La estrategia de Washington es aplicar una diplomacia silenciosa para persuadir a Tel Aviv de detener el fuego, con el ánimo también de evitar que otros países puedan intervenir en la región.
En consecuencia, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha sostenido algunas llamadas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidiéndole que aminore las tensiones de manera significativa, algo que hasta ahora no se ha conseguido. El ánimo de continuar tiene que ver con la intención del mandamás israelí de aumentar su popularidad y el apoyo de la sociedad hacia él, algo que necesita tras el deterioro de su imagen y gobierno por escándalos de corrupción y malos manejos.
Invariablemente, el conflicto debe acabar, y esto, una vez más, invita a la sociedad internacional a reflexionar en las acciones que comete Israel contra los palestinos. Está en el poder de los países del globo condenar sus acciones y exigir un cambio de comportamiento de los israelíes, así como justicia para un pueblo olvidado, vulnerable y desprotegido como es el palestino.
