26 de julio de 2024 8:46 pm
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OPINIÓN

Le estamos fallando a las infancias

...México revela el alma de un Estado podrido que no ha podido garantizar una vida digna a sus infancias. Nos hemos olvidado que no es normal ver a un niño trabajando en un semáforo, que tampoco lo es que nuestro país sea...

AUDIO COLUMNA
Fernanda Robles Rodríguez

Decía Nelson Mandela que “No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños”. En ese sentido, vale le pena preguntarse ¿Qué revela México?

En este país basta con salir a la calle para atestiguar la triste realidad de las niñas y niños de nuestro país a quienes encuentras haciendo malabares, vendiendo dulces o limpiando parabrisas en los semáforos.

Hace unos días vi a una niña, no tendría más de 7 años, su complexión era muy delgada, estaba sentada afuera de un centro comercial vendiendo dulces y su semblante era triste. Me pareció irónico que ese día se festejaba el Día del Niño y en ese momento no pude más que pensar que como sociedad le estamos fallando.  

Y efectivamente, las cifras comprueban lo anterior pues según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) en México 3.3 millones de niños y niñas de 5 a 17 años se encuentran en condiciones de trabajo infantil, lo que representa un 11.5% de esta población.

Si eso no es lo suficientemente alarmante, la misma encuesta demuestra que 6.6% de las niñas y niños que trabajan lo hacen en ocupaciones peligrosas[1] de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, es decir, en actividades relacionadas con la construcción, minas, bares, cantinas, entre otros.

Por otro lado, según los datos más recientes del CONEVAL, de 40 millones de niños, niñas y adolescentes que viven en México, más de la mitad se encuentran en situación de pobreza y 4 millones en pobreza extrema.  

Adicionalmente, se estima que en nuestro país actualmente hay alrededor de 75,000 menores de edad integrados a grupos de la delincuencia organizada. Según el grupo Cause Ciudadano la mayoría forman parte del Cartel de Sinaloa.

También preocupa que México ocupó el 9° lugar a nivel mundial en tráfico y almacenamiento de pornografía infantil y el segundo lugar en, el mal llamado, turismo sexual infantil, con un estimado de 20 mil niñas y niños víctimas.

En ese mismo sentido, según la OCDE somos el primer país del mundo en abuso sexual de menores donde además de cada 1,000 casos, solo se denuncian 100, de los cuales solo 10 llegan ante un juez y tan solo 1 recibe sentencia condenatoria. 

Así que sí, le estamos fallando a las infancias mientras en el centro de Oaxaca siga habiendo niñas y niños vendiendo sus dibujos para sacar los pesos del día, mientras existan casi un millón de niñas y niños con desnutrición crónica en el país[2] y mientras un niño siga diciendo que de grande quiere ser narco porque “los narcos si comen todos los días”[3]

Le estamos fallando a las infancias mientras en Acapulco sigan existiendo casos como el de Walter Zuk, un canadiense que besó a una niña de 3 años y que intentó arreglar el problema dándole 300 pesos a los papás de la menor[4], o como el de Victoria Guadalupe, una niña de apenas 6 años encontrada sin vida y con rastros de violencia sexual.

Por lo que, regresando a la pregunta inicial, México revela el alma de un Estado podrido que no ha podido garantizar una vida digna a sus infancias. Nos hemos olvidado que no es normal ver a un niño trabajando en un semáforo, que tampoco lo es que nuestro país sea conocido por la facilidad que hay en ciertos lugares turísticos para “conseguir” a una niña con fines sexuales y tampoco lo es que, por falta de esperanza de un mejor futuro, un o una menor vean como solución unirse a las filas del crimen.

Terminar con esta situación nos corresponde a todas y a todos, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Como sociedad la principal tarea que tenemos es levantar la voz y no sentirnos ajenos al problema

De las autoridades espero acciones contundentes para garantizar el bienestar de las infancias. Empezando por establecer el abuso infantil y la corrupción de menores como delitos graves en todas las entidades del país. Por otro lado, son necesarias políticas públicas encaminadas al desarrollo de la niñez; programas para incentivar la asistencia a la escuela; albergues para niñas y niños que viven en situaciones de violencia; guarderías de tiempo completo, por decir algunas.

Finalmente, no quiero dejar de mencionar la importancia del fortalecimiento del sistema penal mexicano, para que ninguno de los casos mencionados anteriormente quede impune. Se lo debemos a todas las niñas y niños que han sido víctimas.

Las niñas y los niños son el futuro de nuestro país, si hoy volteamos a ver en qué condiciones viven y crecen ¿qué nos espera?


[1] Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019. https://www.inegi.org.mx

[2] Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 existen 881,752 niños y niñas en esta situación.

[3] Niño de Rivera Cover Saskia. (2021). Los Niños de Acapulco. 2022, de El Universal Sitio web: https://www.eluniversal.com.mx

[4] Pigeonutt Vania (2016). El paraíso que no castiga el abuso infantil. El Universal. https://www.eluniversal.com.mx

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Un comentario

  1. Así es mi querida Fer, desgraciadamente infancia es destino y esto se vuelve un círculo vicioso creando futuros adultos con un sin fin de problemas y dejando a su paso cada día una sociedad más putrefacta. Mientras nuestros gobernantes no pongan como única prioridad la educación y garanticen por sobre todas las cosas el bienestar y los derechos de la infancia en todos los ámbitos, esto no va a cambiar.

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