Niels Rosas Valdez
En los últimos años el grupo económico y comercial “BRICS” ha recibido un considerable número de solicitudes de anexión, sin embargo esto sigue sin consolidarse. Reconocer y analizar a este grupo económico es de suma importancia ya que ha trascendido de ser un conjunto de países con economías emergentes a tener un avanzado crecimiento y aspirar a liderar la economía internacional en las próximas décadas.
La sigla se refiere a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, siendo los Estados pertenecientes a este acuerdo comercial y considerados como economías emergentes. Este término fue propuesto en 2001 por el economista Jim O’Neill refiriéndose como los Estados emergentes con un prometedor futuro en el comercio internacional, pero no fue hasta 2006 que los ministros de relaciones exteriores de dichos países (excepto Sudáfrica) se reunieron con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. A partir de esa reunión estos países comenzaron a coincidir en varios puntos de su agenda nacional como la unión de lazos para hacerle frente a los problemas económicos, con el tiempo las cumbres comenzaron a ser frecuentes y los acuerdos se comenzaron a consolidar hasta que en 2010 se incluyó a Sudáfrica.
Los Estados miembro de las BRICS son los más grandes en cuanto a extensión territorial, representando en total el 30% de la superficie terrestre; esto significa que cuentan con un alto poder geoestratégico juntando demasiados recursos, población y diversidad en actividades económicas. Además de contar con el 40% de la población mundial y aproximadamente con el 24% PIB mundial.
Este grupo ha dado de qué hablar en la comunidad internacional ya que se ha percibido como un contrapeso del G7 (integrado por Canadá, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón, Italia y Francia) debido a los desacuerdos entre los miembros entre ambos bloques, que van desde acusaciones hasta la influencia sobre los demás Estados, además de la situación actual de China y Rusia.
El surgimiento de este bloque es relevante en la actualidad, ya que no sigue las tendencias de los mercados actuales propuestas por los Estados y actores tradicionales en el plano económico, además de fortalecer la competencia y con ello, las oportunidades van aumentando, innovando los paradigmas económicos establecidos previamente, uniendo Estados con una notable diversidad de ideas y propuestas.
Con lo establecido previamente, era de esperarse que más Estados pretendan ser parte de este gran bloque comercial, sin embargo ninguna se ha consolidado, por dos razones principales, la primera por la influencia de Occidente como el caso de México y Argentina, y por otra parte debido al imprevisto de los BRICS por querer agregar a más miembros, ya que otros países han manifestado su deseo por pertenecer al bloque económico pero no han recibido la respuesta esperada por parte del mismo.
Esto deja en evidencia que este bloque económico aspira más allá de solo ser un contrapeso con Occidente, de hecho en la praxis no es su prioridad, sino que su objetivo principal es tener un beneficio mutuo entre las contrapartes uniendo lo mejor y lo común que tienen para seguir fortaleciendo y equilibrando sus relaciones. Además de que estos propios Estados no se encuentran de acuerdo con las tendencias económicas actuales sintiendo que favorecen a los Estados occidentales. Con estos objetivos fijos es obvio que estos Estados no estén listos para recibir a más miembros que puedan presentar un cambio a lo previamente acordado.
Y es por eso que gracias a este tipo de alianzas comerciales, se les ha permitido que otros países puedan trascender sus capacidades, permitiéndoles tener beneficios nunca antes vistos. Esto nos permite reflexionar que la consolidación de estos grupos puede replicarse en otras situaciones y circunstancias, y con ello se ayudaría a descubrir y diversificar otras alternativas para hacer crecer la economía misma.
