22 de noviembre de 2024 1:22 am
OPINIÓN

Máximos históricos

En materia de economía, lo habitual es el crecimiento (y a lo que hay que poner atención es al comportamiento de la tasa de crecimiento), y la recesión lo excepcional, por lo que lo habitual es el logro...

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Por Arturo Damm Arnal


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Después de la recesión de 2019 y 2020 (en 2018, la economía creció 1.95 por ciento, en 2019 y 2020 decreció, respectivamente, 0.30 y 8.83, y en 2021 creció 6.80), se empezó a hablar, para variables como el crecimiento, de máximos históricos, y hoy, 2023, algunos siguen hablando de ellos: “En el mes Y la variable X alcanzó un nuevo máximo histórico”.

Tenía sentido hablar de máximos históricos inmediatamente después de la recesión pero, una vez retomado el crecimiento (bajo o alto, para efectos de máximos históricos da lo mismo), ya no lo tiene.

Centro la atención en el Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE, que mide mensualmente el comportamiento de la producción de bienes y servicios. El Producto Interno Bruto, PIB, lo mide trimestralmente.

Considerando un índice (2018 = 100), fue en octubre de 2018 cuando el IGAE alcanzó el último máximo histórico antes de la recesión, 100.7 puntos. Fue en mayo de 2020, en plena recesión, y cierre parcial y temporal de las actividades económicas, cuando el índice se ubicó en 75.9 puntos. En términos anuales (comparando mayo de 2020 con mayo de 2019), en mayo el IGAE decreció 23.8 por ciento (un mes antes, en abril, decreció 22.6 y uno después, en junio, decreció 15.0). En términos mensuales (comparando mayo con abril), en mayo el IGAE decreció 1.8 por ciento (un mes antes, en abril, decreció 19.3 y uno después, en junio, creció 12.0).

Durante la recesión el IGAE cayó de un máximo histórico de 100.7 puntos (octubre de 2018), a un nivel de 75.9 puntos (mayo de 2020), el mínimo alcanzado durante la recesión. A partir de entonces empezó la recuperación, y fue en septiembre de 2022 cuando, con 101.1 puntos se estableció un nuevo máximo histórico. Ese mes el IGAE superó el nivel que había alcanzado antes de la recesión (100.7 puntos), lo cual, sobre todo por la magnitud de la recesión (el IGAE cayó de 100.7, octubre de 2018, a 75.9 puntos, mayo de 2020), fue digno de mencionar. A partir de septiembre de 2022 el IGAE no ha dejado de crecer: en términos anuales, hasta julio pasado, 3.97 por ciento en promedio mensual; en términos mensuales 0.28 por ciento.

El IGAE suma 11 meses, de septiembre de 2022 a julio de 2023, imponiendo, mes tras mes, máximos históricos, lo cual, mientras siga creciendo, será la regla, pero ya no será noticia (acontecimiento que haya que divulgar). En julio el IGAE alcanzó un nivel de 103.6 puntos, el máximo histórico.

Una manera de medir la recuperación después de una recesión es por la recuperación del máximo histórico previo a la misma: la economía se habrá recuperado cuando recupere y supere el nivel, en este caso del IGAE, alcanzado antes de la recesión. Al momento que se recupere y supere el máximo histórico éste será noticia (evento importante que habrá que difundir), pero no lo será el que, si se mantiene el crecimiento, sigan estableciéndose máximos históricos, lo cual, por ser algo habitual, no tiene mucho mérito (entiéndase bien el sentido que le doy a la expresión).

En materia de economía, lo habitual es el crecimiento (y a lo que hay que poner atención es al comportamiento de la tasa de crecimiento), y la recesión lo excepcional, por lo que lo habitual es el logro, en el caso del IGAE mes tras mes, en el del PIB trimestre tras trimestre, de máximos históricos, como viene sucediendo desde septiembre de 2022.

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