El domingo 22 de octubre, mis papás y yo acudimos al llamado del Poder Judicial a manifestarse en contra de los ataques que ha sufrido a manos de la cabeza del Poder Ejecutivo.
Para aquellos que no han entendido o han optado por hacerse gansos, cuando un pueblo elige la República como forma de gobierno, decide que el poder político se va a dividir en tres, que no pueden recaer en una sola persona o en un solo grupo. El Poder Legislativo, que crea leyes; el Poder Ejecutivo, que las ejecuta; y el Poder Judicial, que las aplica y que cuida que las actuaciones de los otros dos poderes no violen aquellas normas jurídicas que forman el Bloque constitucional.
De los tres poderes, el único que tiene reglas muy estrictas en cuanto a sus miembros, es el Judicial. ¿Por qué? Porque requiere de una preparación profesional para ser funcionario: por lo menos, tener una licenciatura.
Para ser miembro del Congreso, basta ser votado por los ciudadanos del Distrito electoral al que se quiera representar, ninguna experiencia o conocimiento es necesario. También sabemos que para ser cabeza del Poder Ejecutivo, basta ganar la mayoría de los votos de los ciudadanos en la elección federal que se celebra cada 6 años. Algunos miembros del Gabinete necesitan preparación o experiencia determinada para encabezar ciertas secretarías de estado, pero hemos visto como se valora más el sometimiento que el conocimiento en este gobierno.
A ver, para tener un título de Licenciado en Derecho, es necesario cursar una carrera profesional de 10 semestres y titularse, sin plagiar, conforme a los criterios universitarios. Esto es lo mínimo que se pide para ser funcionario del Poder Judicial. Además, hay cursos y capacitaciones que los lleva a profesionalizar su función. He tenido la oportunidad de conocer a miembros de los Poderes Judiciales Estatales cuando he colaborado con el Centro de Ética Judicial y los juzgadores son personas preocupadas en aquellos que acuden para la resolución de un problema jurídico y en impartir justicia de manera pronta y expedita.
Vimos, durante más de una hora y media a cientos de empleados del Poder Judicial acompañados de sus familiares y sus mascotas, caminando, de manera pacífica y organizada, manifestándose en contra de las calumnias y ataques del titular del ejecutivo en su contra.
No, no son el poder supremo conservador, como les llaman desde la perdedera de tiempo de las mañanas. Son los garantes de nuestras leyes y de nuestra Constitución. Si, esa misma, que todos los funcionarios juraron proteger y hacer valer.
Querido lector, te invito a unirte a la defensa del Poder Judicial, es indispensable para que sigamos viviendo en una república y no caigamos en una dictadura.
