Un nuevo lanzamiento de misil ha sido registrado en el este de Asia. De acuerdo con los reportes, Corea del Norte disparó un proyectil que cayó en el mar, al este de la península coreana. Desde luego, la acción de Pyongyang causó una profunda preocupación a Japón y Corea del Sur, aliados de Estados Unidos de América (EUA) en la zona. ¿Por qué se generó el incidente y cómo afecta a esta región asiática?
Tanto Tokio como Seúl han mostrado preocupación luego del lanzamiento de un proyectil por parte de Corea del Norte. Aún se sigue verificando, pero todo apunta a que se trató de un misil balístico intercontinental. De comprobarse, la situación se agravaría, puesto que, según las autoridades japonesas, ese tipo de arma tendría una capacidad de recorrer una distancia de 15 000 km, es decir, no sólo podría llegar a Corea del Sur o Japón, sino incluso a EUA.
No es la primera vez que Pyongyang ha ordenado el lanzamiento de un misil al mar cercano a aguas japonesas y surcoreanas. Al contrario, ha sido una práctica recurrente del gobierno norcoreano en los últimos 15 años. La intención es doble: por una parte, realizar prácticas de las armas que ha logrado desarrollar el régimen de Kim Jong-un y, por otra, crear disuasión y miedo a los enemigos, como es el caso de Japón, Corea del Sur y EUA.
En tal contexto, la preocupación de Tokio, Seúl y Washington por el desarrollo armamentístico y nuclear de Corea del Norte es evidente. La coordinación y compartición de información entre los tres gobiernos aliados es de la más alta relevancia, puesto que les permite conocer las posibles acciones que encaminaría Pyongyang, así como efectuar una respuesta inmediata una vez que los hechos se hayan cometido.
Esta coordinación tripartita ha sido apremiante y no es cosa menor. El hecho de que Corea del Norte dispare misiles que hagan contacto cerca del territorio de un país representa una amenaza a la seguridad e integridad de los Estados. Este riesgo tiene diversos impactos: en lo militar, en lo social, en lo comercial y en lo económico, por mencionar algunos. De tal suerte que una sola acción, como puede ser el lanzamiento de un proyectil, puede causar estragos significativos en toda una nación.
De ahí que Corea del Sur y EUA realicen simulacros y ejercicios militares en conjunto con la intención de disuadir a Pyongyang de lanzar misiles, puesto que se podría enfrentar a la milicia de ambos países. En este escenario, en tiempos recientes, Seúl y Washington anunciaron que incrementarían estas prácticas militares e incluso actualizarían su disuasión nuclear. Es probable que justamente esta haya sido la razón de la reciente provocación de Corea del Norte.
Invariablemente, existe una tensión elevada en la región del este de Asia a raíz de las recurrentes agresiones del régimen norcoreano. Los perjudicados inmediatos son Japón y Corea del Sur, aunque también EUA se muestra agraviado en segundo plano. Las provocaciones de Pyongyang favorecen la meta de su gobierno de socavar a detractores y enemigos, pero también benefician a sus aliados, que rivalizan con las potencias occidentales, como es el caso de Rusia y China. Por todo el entramado de intereses internos y externos, se antoja difícil que se reduzcan las pruebas militares ordenadas por Kim Jong-un.
Artículo originalmente publicado en www.lalupa.mx