Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, expresó críticas hacia su adversaria, Xóchitl Gálvez, quien representaba a la oposición, por dirigirse al Instituto Nacional Electoral (INE) para solicitar clarificaciones en sus medios oficiales acerca de que, en caso de su victoria, no eliminaría los programas sociales. Durante un mitin en Nezahualcóyotl, Sheinbaum denunció que los partidos de la alianza contraria nunca han respaldado los apoyos proporcionados por el gobierno federal. Según Sheinbaum, estos partidos acudieron al INE buscando legitimación y afirmaron que no creían en los programas sociales ni en los derechos del pueblo mexicano, como la pensión universal para adultos mayores, insinuando que consideraban estos programas como temporales.
Al llegar al acto en Nezahualcóyotl, la candidata oficialista se encontró con críticas sobre la asignación de candidaturas a personas ajenas a Morena para disputar cargos locales. Ante esto, Sheinbaum llamó a la unidad frente a las próximas elecciones locales, destacando la importancia de mantener la cohesión dentro de la coalición. Sin embargo, durante su discurso, se notó que varias personas abandonaron el mitin, lo que podría interpretarse como una muestra de descontento.
Antes de este evento, Claudia Sheinbaum celebró un acto masivo en Chimalhuacán, donde justificó su decisión de no responder a los cuestionamientos de otros candidatos y moderadores durante el debate reciente. Argumentó que su estrategia se basaba en evitar caer en provocaciones y en confiar en el respaldo del pueblo mexicano, que, según ella, despertó en junio de 2018 para cambiar la historia del país. Además, Sheinbaum reafirmó su compromiso de ser una auténtica servidora pública si resulta victoriosa en las elecciones, asegurando que estará al servicio del pueblo mexicano en todo momento.
Durante el mitin en Chimalhuacán, Sheinbaum también reconoció la presencia de dos políticos españoles: Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona y miembro de Barcelona en Común, y Gerardo Pisarello, diputado del Congreso español. Este gesto podría interpretarse como un intento de resaltar conexiones internacionales y apoyar la imagen de Sheinbaum como líder política con influencia global.
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