Hoy el presidente del PRI Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito, me sorprendió para bien por primera vez desde que dirige al partido tricolor.
Resulta que hace unos meses tanto Alito como Marko Cortés (presidente del PAN) y Jesús Zambrano (presidente del PRD) aparecieron a la cabeza de las listas de candidatos plurinominales al Senado por sus respectivos partidos. En esencia eso significa que cada uno tiene casi asegurado un lugar como Senador en la siguiente legislatura. En cuanto esto salió a la luz, el candidato a la presidencia por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, salió a burlarse diciendo que se veía clarísima la corrupción en la alianza PAN PRI PRD y que él renunciaría a su campaña presidencial si Alito, Marko y Jesús renuncian tanto a sus puestos en sus partidos como a sus candidaturas para el Senado.
Hoy, Alito ofreció básicamente eso. Dijo que si Máynez dimite a favor de Xóchitl Gálvez y dedica todo el tiempo de medios que le queda para apoyarla, él renunciará a su puesto y a su candidatura. El emecista no aceptó la oferta. Respondió con un video criticando a Alito por todo el daño que le ha hecho a México en el pasado. Hasta ahora ni Marko ni Jesús se han posicionado al respecto.
Fue un verdadero golpe maestro de parte del priista, ahí les va porqué.
De entrada, reduce la imagen de congruencia que Máynez ha tratado de presentar a lo largo de la campaña. Se ha buscado posicionar como el candidato que sí tiene ideas y no solo intereses políticos de fondo. Rechazar la oferta de Alito lo deja mal parado. Fue su propia idea. En su video de respuesta, lo único que hizo fue aplaudir la idea de que Alito renuncie y acusar al PIR de una desesperación que Alito sencillamente no proyecta en su mensaje. Máynez quiere vender el concepto de que está en segundo lugar y que más bien la alianza debería de declinar por él para ganarle a Morena. Es una excusa sumamente pobre que casi nadie cree.
De cara a los votantes, la oferta fortalece tanto la posición de Alito como la del PRI. Cultiva la imagen de un patriota dispuesto a renunciar a sus propios intereses para proteger los de la nación. Si Marko y Jesús ofrecen lo mismo, probablemente se les aplaudirá, pero aun así parecerán solo seguidores de Alito. Si no lo hacen, parecerá que les importa más su propia carrera política que el futuro de México. Hoy el PRI proyectó mucha fuerza dentro de la coalición y Alito se levantó con un marcadísimo papel de liderazgo.
Si por algún milagro, Máynez decide renunciar a la candidatura y Xóchitl gana, Alito será un héroe casi absoluto para la oposición. Si Máynez no cede y Xóchitl pierde, habrá un chivo expiatorio perfecto. La oposición podrá desacreditar a Movimiento Ciudadano durante los próximos seis años diciendo que se pudo haber evitado otro gobierno morenistas si Máynez hubiera aceptado la oferta de Alito.
Pero lo más brillante de todo esto es que la oferta es falsa. Alito sabe que no va a tener que renunciar a nada porque Máynez sencillamente no puede dimitir en favor de Xóchitl. MC se pudo haber sumado a la alianza desde mediados de 2023, pero no lo hizo y ahora ya es muy tarde. Sobre todo, después de que el PAN y el PRI bloquearon la candidatura de Samuel García a la presidencia hace unos meses. Para los seguidores de Movimiento Ciudadano (quienes siguen creyendo en la “Nueva política”, el fosfo-fosfo, las canciones de Yuawi y lo que todo eso representa), dimitir a favor de la alianza sería una traición absoluta. Alito sabe y entiende eso.
Alito jugó muy bien sus cartas. La única forma en la que esto podría salirle mal es si Máynez de hecho termina por ser el segundo lugar. Pero, querido lector, usted y yo sabemos que eso no va a pasar.
