Es fascinante observar cómo, en el entorno previo a las elecciones presidenciales de 2018, existía una notable incertidumbre en los mercados y entre los inversionistas, a pesar de las promesas de AMLO de respetar la ley y mantener los compromisos del país. A lo largo de seis años, los mercados y sectores se han adaptado al estilo de gobierno de López Obrador, encontrando equilibrios y mecanismos para alcanzar sus objetivos a medida que se acerca el final de su mandato.
La economía, afectada no solo por la pandemia sino por decisiones políticas como la cancelación del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ha mostrado un crecimiento promedio del PIB de solo 1.1%, el más bajo en seis sexenios. Además, la gestión de la pandemia y la falta de políticas contracíclicas han contribuido a este bajo rendimiento.
Sin embargo, también hay signos de fortaleza, como la apreciación del peso mexicano en más de 16.17% durante el sexenio y un aumento significativo en el salario promedio de los cotizantes al IMSS. Estos indicadores muestran cómo, a pesar de los desafíos, hay elementos de resiliencia y crecimiento en la economía mexicana.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, es crucial considerar estos factores para entender el panorama completo de los impactos económicos durante este sexenio y cómo estos podrían influir en las futuras políticas económicas del país.
Con información de El Economista | Nota original