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(y lo que esto revela sobre el futuro del liderazgo tecnológico)
Miren esta foto: un niño de 5 años dibuja un sol con sonrisa. La IA más avanzada del mundo genera una imagen hiperrealista del cosmos. ¿Quién crea “arte”? Ambos. ¿Quién siente el arte? Solo uno.
El presente artículo no habla solo de algoritmos. Es una radiografía de algo más profundo: la brecha entre cálculo y consciencia. Y aquí, en este espacio incómodo, es donde líderes como nosotros debemos actuar.
El mito del “cerebro digital”: lo que la IA realmente hace (y lo que jamás hará)
La IA procesa datos a velocidades cuánticas, pero no sueña. ChatGPT puede escribir un poema, pero no llora al recordar una pérdida. AlphaFold predice proteínas, pero no siente curiosidad por el origen de la vida. Como dice Yann LeCun: “La inteligencia humana es un jardín salvaje; la IA, un bonsái en una urna de cristal”.
Lo explico con elegancia científica: falta de embodiment (cuerpo), ausencia de contexto social, incapacidad para el aprendizaje existencial. Pero además, yo lo resumo así: la IA no tiene hambre. No se desvela preguntándose “¿y si…?”. No arriesga su reputación en una reunión de directorio.
El secreto del liderazgo tecnológico en 2025: ser más humano que nunca
Aquí está la paradoja: cuanto más avanzan las máquinas, más crítico se vuelve el factor humano en la toma de decisiones. Cuando dirigía equipos de TI en multinacionales, aprendí esto:
- Un algoritmo detecta una anomalía en el servidor.
- Un líder interpreta si es un hackeo, un error o… (¡sorpresa!) un empleado descontento que dejó una “bomba lógica”.
La IA te dará un dashboard. Tú debes leer las historias detrás de los datos.
El gran error que cometen los CIOs hoy (y cómo evitarlo)
Fei-Fei Li, madre de la visión computacional, lo dijo en Stanford: “Estamos entrenando máquinas para ver, pero no para mirar”. En TI, el riesgo es claro: delegar la estrategia a herramientas que no entienden el porqué, solo el cómo.
En 2022, una empresa de logística automatizó el 100% de su cadena de suministro con IA. Resultado: 3 meses después, colapsó. ¿Por qué? La máquina no anticipó que una protesta social en Chile bloquearía puertos. Un líder humano hubiera leído noticias, llamado a contactos, activado Planes B.
¿Qué viene? La era del “Líder Biónico”
El futuro no es humano vs máquina. Es humanos que amplifican su criterio con IA, sin perder eso que nos hace únicos:
- Intuición fractal (conectar patrones aparentemente aleatorios)
- Ética narrativa (tomar decisiones basadas en historias, no solo datos)
- Resiliencia emocional (manejar la incertidumbre sin “apagar el sistema”)
Hoy, reflexiono: las empresas que triunfen serán aquellas donde los líderes tecnológicos sepan bailar entre bits y emociones.Y a ustedes, queridos lectores: ¿En qué lado de la brecha están? ¿Automatizan procesos… o también cultivan la sabiduría humana en sus equipos?