Kai Wegner, alcalde-gobernador de Berlín por la CDU, ha dado un giro en su postura sobre la promesa que hizo de garantizar citas rápidas en el Ayuntamiento. Inicialmente comprometido a que los berlineses pudieran obtener una cita en un plazo de 14 días, ahora cree que lo importante no es la rapidez, sino que el servicio se preste, aunque se tarde más tiempo del previsto.
Wegner ha destacado que su administración está avanzando. En los últimos meses, se han contratado 100 nuevos empleados y se está considerando reintroducir los días sin cita previa para trámites administrativos esenciales, como la renovación del carné de identidad o la inscripción de nacimientos. Además, ha anunciado que en octubre se implementarán opciones digitales para empadronarse y registrar cambios de domicilio, un paso significativo hacia la modernización de los servicios en la capital alemana.
A pesar de estos avances, la reforma administrativa completa aún está en proceso. Wegner había establecido un plazo de seis meses para reducir los tiempos de espera, pero las dificultades técnicas y la necesidad de colaboración con los partidos de oposición, como Los Verdes y Die Linke, han retrasado algunos de sus planes. Sin embargo, el alcalde sigue confiando en el éxito de las reformas que ha propuesto.
El desafío más inmediato de Wegner es la consolidación presupuestaria. Berlín enfrenta la necesidad de ahorrar al menos 4.000 millones de euros en 2024, lo que ha llevado a discusiones sobre posibles recortes en áreas como la construcción de escuelas, contratos de transporte y servicios sociales. El alcalde ha asegurado que estos recortes no deben alarmar a los ciudadanos, priorizando una gestión cautelosa de los recursos públicos.
