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Lo he dicho antes y lo repito ahora: soy fan de Joe Biden como persona. Como político, podemos estar o no de acuerdo con lo que ha hecho a lo largo de su carrera.
Se le vea como se le quiera ver, la realidad es que Joe Biden es un hombre que ha dedicado los últimos 50 años a la vida pública de su país.
Fue jurado como Senador por Delaware en 1973, junto a la cama de hospital de sus hijos Beau y Hunter, tras la muerte de su primera esposa, Neila, y su hija Naomi en un accidente automovilístico. Encabezó, ahí, los Comités Judicial y de Relaciones Exteriores.
Renunció al Senado para convertirse en el vicepresidente de Barak Obama en 2008, puesto que ocupó hasta 2017. En 2015, su hijo Beau murió de cáncer en el cerebro, hecho que le hizo declinar postularse como candidato a la presidencia en 2016, tal y como consta en su libro Promise me dad. Recibió la Medalla Presidencial de la Libertad días antes de terminar su periodo, que es el más alto honor que un civil puede recibir de manos de su presidente.
En abril de 2019, anunció su deseo de postularse como candidato a la presidencia. En agosto de 2020, eligió a Kamala Harris como su vicepresidente. A finales de ese mes, ganó la candidatura del partido demócrata. El 4 de noviembre, ganó la presidencia con 306 votos del colegio electoral y el voto popular por más de siete millones de votos.
EL 20 de enero de 2021, Biden juró como el presidente 46. El primer día de su mandato, regresó a su país al Acuerdo de París contra el cambio climático y canceló la salida de la Organización Mundial de la Salud.
Desde el inicio de su presidencia, Biden buscó medidas para aliviar los daños económicos causados por la pandemia de Covid 19, al través del American Rescue Plan. En agosto de 2021, se promulgó el Infrastructure Investment and Jobs Act, que ha logrado la inversión y la modernización de infraestructura y la baja en desempleo más grande de la historia; en 2022, pasó el Inflation Reduction Act, que entre otras cosas, ha puesto un límite al costo de los medicamentos de los adultos mayores y ha promovido el desarrollo del uso de energías limpias.
A pesar de que se lanzó nuevamente de candidato a la presidencia, tras su actuación en el debate presidencial, Biden anunció su renuncia a seguir siendo el candidato el 21 de julio, dando su apoyo a Harris.
En su discurso de renuncia dijo: “Reverencio este trabajo, pero amo a mi país más. Ha sido el honor de mi vida, servir como su presidente. Pero la defensa de la democracia, que está en peligro, es más importante que cualquier título. Tomo fuerza y me alegra trabajar para los americanos. Pero este trabajo sagrado de perfeccionar nuestra unión no es sobre mí, se trata de ustedes. Sus familias, su futuro. Se trata de ‘nosotros el pueblo’”.
El 5 de noviembre, Trump ganó la elección general. Se va un hombre decente, con oficio político. La historia le dará el lugar que se merece.
