La distribución de alimentos y bebidas en Acapulco, Guerrero, quedó paralizada después de los recientes ataques perpetrados contra trabajadores de reparto, que dejaron un saldo de dos personas fallecidas y varios heridos. Empresas como Grupo Modelo, Sigma, Coca-Cola y otras suspendieron sus actividades, mientras que la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) exige una reunión urgente con las autoridades federales y estatales para frenar la violencia que afecta la operación diaria.
Alejandro Malagón, presidente de la Concamin, destacó que la inseguridad ha escalado de robos de mercancías a agresiones directas contra el personal, lo que ha llevado a la pérdida de vidas humanas. Ante esta situación, empresas como Pepsi, Bimbo y Heineken han resguardado sus unidades y suspendido labores hasta que las autoridades garanticen condiciones seguras para operar.
El pasado jueves, varios trabajadores de reparto fueron atacados en la localidad de Tres Palos, Acapulco, por grupos del crimen organizado. Las empresas afectadas decidieron tomar medidas preventivas y exigieron al gobierno una solución inmediata para garantizar la protección de los empleados y restablecer el abastecimiento de productos básicos.
Desde la Concamin, junto con otros organismos empresariales, han solicitado la aplicación plena del estado de derecho. Señalan que la violencia no solo afecta las operaciones de las empresas, sino también el acceso de la población a bienes esenciales como alimentos y bebidas. Para los empresarios, garantizar la seguridad de los trabajadores y la operación de las empresas debe ser una prioridad nacional.