Australia ha tomado medidas drásticas contra DeepSeek, una emergente empresa china de inteligencia artificial, al prohibir su uso en todos los dispositivos gubernamentales. La decisión se debe a preocupaciones de seguridad, que el gobierno considera lo suficientemente graves como para emitir una orden obligatoria que impide la instalación y el uso de sus productos, aplicaciones y servicios web en los sistemas oficiales.
El Secretario del Ministerio del Interior de Australia emitió un comunicado el martes en el que detallaba la prohibición. Según la orden, todas las entidades gubernamentales deben «impedir el uso o la instalación de productos, aplicaciones y servicios web de DeepSeek» y, además, deben proceder a eliminar cualquier instancia existente de estos servicios de todos los sistemas y dispositivos oficiales del gobierno australiano.
Esta prohibición se produce en un contexto de creciente desconfianza internacional hacia las empresas tecnológicas chinas, en particular aquellas involucradas en el campo de la inteligencia artificial y el análisis de datos. La decisión de Australia sigue a una serie de preocupaciones similares expresadas por otros países sobre los posibles riesgos de seguridad cibernética que podrían derivarse del uso de tecnología desarrollada por empresas con vínculos estrechos con el gobierno chino.
El impacto de esta medida ha tenido repercusiones globales, ya que el lanzamiento de DeepSeek el mes pasado había provocado un fuerte desplome en las acciones de empresas tecnológicas en todo el mundo, reflejando las preocupaciones sobre la competencia y las implicaciones geopolíticas de la expansión de la inteligencia artificial.
El futuro de DeepSeek podría verse comprometido si otros gobiernos deciden seguir el ejemplo de Australia, lo que podría limitar el crecimiento de la empresa y su influencia global en el ámbito de la inteligencia artificial