Cinco exsecretarios del Tesoro de Estados Unidos, entre ellos figuras destacadas como Robert Rubin y Janet Yellen, expresaron su preocupación sobre el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y su intento de controlar el sistema de pagos federales. En un artículo de opinión publicado en The New York Times, los exfuncionarios alertaron sobre los riesgos que representa la participación de actores políticos, como Elon Musk, al manejar un sistema tan sensible. Señalaron que esta intervención podría poner en peligro la seguridad y la integridad de la democracia estadounidense.
Los exsecretarios criticaron los cambios realizados durante la administración de Donald Trump, cuando se permitió la participación de actores políticos en la gestión de los pagos federales, un área que anteriormente había sido supervisada por funcionarios públicos de carrera no partidistas. «Un control político arbitrario sobre los pagos federales sería ilegal y corrosivo para nuestra democracia», advirtieron, haciendo un llamado para evitar que el Poder Ejecutivo decida qué pagos federales se realizarán, lo cual es responsabilidad del Congreso.
Además, los exfuncionarios señalaron que los miembros del DOGE, bajo la dirección de Elon Musk, no cuentan con la experiencia adecuada para manejar datos sensibles, como información bancaria o números de seguridad social. Esto, según ellos, podría generar graves riesgos para la seguridad nacional si no se manejan con el debido cuidado. También subrayaron que los actores políticos involucrados no están sujetos a las mismas estrictas normas éticas que los funcionarios públicos, lo que podría generar conflictos de interés.
Por último, la semana pasada, el Departamento de Justicia de Estados Unidos aceptó restringir el acceso del DOGE a información financiera confidencial del Departamento del Tesoro. Esta medida surgió después de que sindicatos presentaran denuncias sobre el acceso ilegal a datos personales de millones de estadounidenses sin el debido proceso legal.